12/12/2017, 23:17
La intervención del shinobi de Kusagakure habría llegado a un final. Mogura se había dedicado a mirar los arrozales y Koko había seguido su camino buscando una respuesta a la interrogante.
Intentar comunicarse con los trabajadores del arroz sería perder el tiempo, ni la presencia de un shinobi de Amegakure les detenía de plantar las semillas en las parcelas inundadas. De igual manera y como estuviesen en alguna clase de trance, ni la despampanante belleza de la kunoichi de Uzushiogakure les robaba un segundo de su vida.
Quizás en otro momento habrían tenido preguntas que hacer o dudas que saciar, pero la hora de trabajo para los granjeros era sagrada.
De una forma u otra, ya sea por la búsqueda de información y o la búsqueda de bienes para comerciar, el camino de ambos terminaría convergiendo en lo que tenía todas las de ser una posada. Un caserón de dos plantas bien pero bien tradicional. Una bonita galería al frente para sentarse y ver a la gente trabajar mientras se disfrutaba de alguna bebida fresca o un planto de arroz, o fideos de arroz.
Mogura desde luego habría optado por esa opción, se arrodilló en un almohadón y no tardó en pedir un poco de alcohol de arroz. El producto que venía a comprar.
Intentar comunicarse con los trabajadores del arroz sería perder el tiempo, ni la presencia de un shinobi de Amegakure les detenía de plantar las semillas en las parcelas inundadas. De igual manera y como estuviesen en alguna clase de trance, ni la despampanante belleza de la kunoichi de Uzushiogakure les robaba un segundo de su vida.
Quizás en otro momento habrían tenido preguntas que hacer o dudas que saciar, pero la hora de trabajo para los granjeros era sagrada.
De una forma u otra, ya sea por la búsqueda de información y o la búsqueda de bienes para comerciar, el camino de ambos terminaría convergiendo en lo que tenía todas las de ser una posada. Un caserón de dos plantas bien pero bien tradicional. Una bonita galería al frente para sentarse y ver a la gente trabajar mientras se disfrutaba de alguna bebida fresca o un planto de arroz, o fideos de arroz.
Mogura desde luego habría optado por esa opción, se arrodilló en un almohadón y no tardó en pedir un poco de alcohol de arroz. El producto que venía a comprar.
Hablo - Pienso