13/12/2017, 01:36
- ¿Un tipo que absorbía chakra? Debe ser bastante peligroso.
El peliblanco asintió, dándole la razón a su acompañante, estuvo a punto de salir muy mal, pero entre él, Kaido y el guardián de la cueva pudieron derrotarle, aunque con alguna que otra dificultad.
— Pues sí, la verdad que casi no lo cuento, pero bueno, conseguí escapar. — Alegó, sintiendo aquel cosquilleo subiendo por su barriga, la emoción con solo recordarlo. — ¿Y tú? ¿Te has encontrado con algún ninja con habilidades increíbles?
Las próximas palabras de la chica con gafas fueron música para los oídos del Senju, le encantaban los combates de práctica, sobre todo con shinobis que no conocía, era la mejor manera de mejorar y de aprender, y sobre todo de hacer amistad siempre y cuando no se fuera de madre.
— ¡Sí, genial! Aunque te advierto que de poderosa habilidad... poco la verdad, no soy nada del otro mundo, ¡pero bueno! ¡No hay que desanimarse!
Cuando se terminaron la comida, pidieron la cuenta y, tal y como le habían enseñado, trataría de pagar él, por cortesía y porque sin Rika no habrían conocido aquel sitio y era su forma de agradecer, por lo que, dijera lo que dijese, pondría el dinero que fuera y se lo entregaría al camarero.
— ¡Qué rico estaba todo, eh?
El peliblanco asintió, dándole la razón a su acompañante, estuvo a punto de salir muy mal, pero entre él, Kaido y el guardián de la cueva pudieron derrotarle, aunque con alguna que otra dificultad.
— Pues sí, la verdad que casi no lo cuento, pero bueno, conseguí escapar. — Alegó, sintiendo aquel cosquilleo subiendo por su barriga, la emoción con solo recordarlo. — ¿Y tú? ¿Te has encontrado con algún ninja con habilidades increíbles?
Las próximas palabras de la chica con gafas fueron música para los oídos del Senju, le encantaban los combates de práctica, sobre todo con shinobis que no conocía, era la mejor manera de mejorar y de aprender, y sobre todo de hacer amistad siempre y cuando no se fuera de madre.
— ¡Sí, genial! Aunque te advierto que de poderosa habilidad... poco la verdad, no soy nada del otro mundo, ¡pero bueno! ¡No hay que desanimarse!
Cuando se terminaron la comida, pidieron la cuenta y, tal y como le habían enseñado, trataría de pagar él, por cortesía y porque sin Rika no habrían conocido aquel sitio y era su forma de agradecer, por lo que, dijera lo que dijese, pondría el dinero que fuera y se lo entregaría al camarero.
— ¡Qué rico estaba todo, eh?
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»