14/12/2017, 01:08
—Puedo ofrecerte café, té, chocolate y… nada más, a no ser que prefieras el alcohol —decía en lo que intentaba hacer memoria por si se le había olvidado alguna otra bebida, probablemente no, pero al menos se estaba esforzando.
De cualquier manera, el hombre se dio la vuelta y se acercó a un tablero en el que había varios ganchillos y algunas llaves, probablemente habitaciones disponibles y los ganchillos se corresponderían con las habitaciones tomadas.
Tomó una llave con un plástico en el que ponía el número de la habitación y se la tendió al de Amegakure.
De momento Ritsuko seguía sin serle de importancia así que tendría que mantenerse a la espera hasta que terminase de atender al cliente más reciente.
—¿Entonces? ¿qué beberás?
Insistiría todo lo que fuese necesario hasta obtener una respuesta clara, de lo contrario no iba a arriesgarse a prepararle algo que a final de cuentas no le gustase.
De cualquier manera, el hombre se dio la vuelta y se acercó a un tablero en el que había varios ganchillos y algunas llaves, probablemente habitaciones disponibles y los ganchillos se corresponderían con las habitaciones tomadas.
Tomó una llave con un plástico en el que ponía el número de la habitación y se la tendió al de Amegakure.
De momento Ritsuko seguía sin serle de importancia así que tendría que mantenerse a la espera hasta que terminase de atender al cliente más reciente.
—¿Entonces? ¿qué beberás?
Insistiría todo lo que fuese necesario hasta obtener una respuesta clara, de lo contrario no iba a arriesgarse a prepararle algo que a final de cuentas no le gustase.