16/12/2017, 11:59
Se recostó contra su asiento, adquiriendo una posición más cómoda.
—¿Cómo has dicho que te llamabas? —le preguntó, echando mano de su brebaje—. Supongo que eres de por aquí, ¿no?
Ralexion asintió.
—Mi nombre es Uchiha Ralexion —reveló, ni corto ni perezoso, sonriente—. ¿Menuda casualidad, eh? Y sí, soy de por aquí. ¿Querías ir a los templos, no? No es ningún problema.
Mientras tanto observaba en profundidad a su pariente con la curiosidad característica de un niño. Su aspecto dejaba mucho de qué desear, lo cual intrigaba al kusajin. ¿Vida dura, quizás? ¿Algún tipo de enfermedad? Quién sabe.
Las apariencias tendían a engañar, después de todo.
—¿Cómo has dicho que te llamabas? —le preguntó, echando mano de su brebaje—. Supongo que eres de por aquí, ¿no?
Ralexion asintió.
—Mi nombre es Uchiha Ralexion —reveló, ni corto ni perezoso, sonriente—. ¿Menuda casualidad, eh? Y sí, soy de por aquí. ¿Querías ir a los templos, no? No es ningún problema.
Mientras tanto observaba en profundidad a su pariente con la curiosidad característica de un niño. Su aspecto dejaba mucho de qué desear, lo cual intrigaba al kusajin. ¿Vida dura, quizás? ¿Algún tipo de enfermedad? Quién sabe.
Las apariencias tendían a engañar, después de todo.