18/12/2017, 16:44
«¿Akame... -senpai?»
Definitivamente, aquel chico de Kusagakure parecía de lo más raro. Akame no había conocido a muchos ninjas de la Hierba, y desde luego que ninguno se asimilaba ni lo más mínimo a Ralexion; era vivaz y expresivo, casi jovial. Algo que el uzujin había visto en pocos ninjas. «Tal vez es joven en el oficio... Esta profesión se encarga de arrebatarle esa candidez a todos sus practicantes». Él mismo iba a cumplir apenas un año como ninja graduado por la Academia de las Olas, pero sentía como si hubiesen sido diez.
Pero las sorpresas no acababan ahí.
«¿Trescientos... ryos?»
El Uchiha de Uzu se levantó y le tendió la mano a su pariente lejano.
—Enhorabuena, Ralexion-san, acabas de conseguir el puesto —le dijo con una sonrisa socarrona. «Y de convertirte en el guía más barato de la historia», pensó para sí. Aunque eso se lo cayó con buen juicio—. Bien, entonces supongo que tendrás que prepararte. Yo también debo avituallarme, sobre todo para este frío tan cabrón, que no me lo esperaba.
»¿Cuánto tardaremos en llegar desde aquí hasta los templos?
Definitivamente, aquel chico de Kusagakure parecía de lo más raro. Akame no había conocido a muchos ninjas de la Hierba, y desde luego que ninguno se asimilaba ni lo más mínimo a Ralexion; era vivaz y expresivo, casi jovial. Algo que el uzujin había visto en pocos ninjas. «Tal vez es joven en el oficio... Esta profesión se encarga de arrebatarle esa candidez a todos sus practicantes». Él mismo iba a cumplir apenas un año como ninja graduado por la Academia de las Olas, pero sentía como si hubiesen sido diez.
Pero las sorpresas no acababan ahí.
«¿Trescientos... ryos?»
El Uchiha de Uzu se levantó y le tendió la mano a su pariente lejano.
—Enhorabuena, Ralexion-san, acabas de conseguir el puesto —le dijo con una sonrisa socarrona. «Y de convertirte en el guía más barato de la historia», pensó para sí. Aunque eso se lo cayó con buen juicio—. Bien, entonces supongo que tendrás que prepararte. Yo también debo avituallarme, sobre todo para este frío tan cabrón, que no me lo esperaba.
»¿Cuánto tardaremos en llegar desde aquí hasta los templos?