18/12/2017, 19:17
—Ralexion-san.
Giró el cuello y parte del torso, lo necesario para descubrir la proveniencia de aquella voz que reconocía, y se topó con la imagen de Akame, claramente listo para la expedición que se traían entre manos.
—¡Oh, Akame-senpai! —profirió a la par que se alzaba.
—Dijiste día y medio, menos si íbamos con prisa, ¿no? —preguntó, inquisitivo—. Ya he perdido dos días, así que en efecto... Tenemos prisa. No hay un minuto que perder.
—Sin problema, a toda máquina pues —expresó con jovialidad, asintiendo repetidas veces.
Los dos miembros del mismo clan se pusieron en marcha. La zona alrededor de Tane-Shigai —compuesta por bosques de frondosidad más bien baja— dio paso a arboledas mucho más vigorosas tras un par de horas. Ralexion saltaba de rama en rama a la máxima velocidad que su agilidad le permitía, inoportunado por lo boscoso de aquellos parajes a pesar de su experiencia en situaciones similares. Para Akame debía de ser todavía peor, pero el muchacho se aseguraba de no dejarlo atrás.
Giró el cuello y parte del torso, lo necesario para descubrir la proveniencia de aquella voz que reconocía, y se topó con la imagen de Akame, claramente listo para la expedición que se traían entre manos.
—¡Oh, Akame-senpai! —profirió a la par que se alzaba.
—Dijiste día y medio, menos si íbamos con prisa, ¿no? —preguntó, inquisitivo—. Ya he perdido dos días, así que en efecto... Tenemos prisa. No hay un minuto que perder.
—Sin problema, a toda máquina pues —expresó con jovialidad, asintiendo repetidas veces.
Los dos miembros del mismo clan se pusieron en marcha. La zona alrededor de Tane-Shigai —compuesta por bosques de frondosidad más bien baja— dio paso a arboledas mucho más vigorosas tras un par de horas. Ralexion saltaba de rama en rama a la máxima velocidad que su agilidad le permitía, inoportunado por lo boscoso de aquellos parajes a pesar de su experiencia en situaciones similares. Para Akame debía de ser todavía peor, pero el muchacho se aseguraba de no dejarlo atrás.