24/12/2017, 20:51
El chico le dio vía libre a hacer ‘su gracia’ aunque seguramente no se esperaría verla vomitar lava dentro de un globo. A algunos llegaba a resultarse desagradable así que luego de ingresar en la cabaña tomándose ciertas precauciones, la kunoichi se acercó a un rincón solitario dándole la espalda a Masaki y comenzó a formular los sellos.
Dio forma al globo de goma dentro de su boca y justo después comenzó a llenarlo hasta que no pudo retenerlo por más tiempo dentro de su boca y allí fue cuando comenzó a hacerse la luz dentro de la cabaña. Una vez que se estuvo bien inflado la chica le hizo un nudo en un extremo y ya tenía su linterna lista.
Con todo listo se dio la vuelta mostrando al contrario el globo incandescente el cual sostenía por el nudo. La goma era lo suficientemente resistente como para soportar el peso de toda la lava que se encontraba en su interior y llegaba a iluminar muy bien el lugar.
—¿Sirve? —preguntó tímidamente mostrando el globo.
Brillaba bastante, pero no emanaba calor ya que el ‘recipiente’ en el que se encontraba era un muy buen aislante. Incluso tenía un buen tamaño y con lo suave que era probablemente serviría bien de almohada… si es que primero se toman las molestias de secarlo porque en ese preciso instante el condenado globo estaba impregnado en saliva.
Dio forma al globo de goma dentro de su boca y justo después comenzó a llenarlo hasta que no pudo retenerlo por más tiempo dentro de su boca y allí fue cuando comenzó a hacerse la luz dentro de la cabaña. Una vez que se estuvo bien inflado la chica le hizo un nudo en un extremo y ya tenía su linterna lista.
Con todo listo se dio la vuelta mostrando al contrario el globo incandescente el cual sostenía por el nudo. La goma era lo suficientemente resistente como para soportar el peso de toda la lava que se encontraba en su interior y llegaba a iluminar muy bien el lugar.
—¿Sirve? —preguntó tímidamente mostrando el globo.
Brillaba bastante, pero no emanaba calor ya que el ‘recipiente’ en el que se encontraba era un muy buen aislante. Incluso tenía un buen tamaño y con lo suave que era probablemente serviría bien de almohada… si es que primero se toman las molestias de secarlo porque en ese preciso instante el condenado globo estaba impregnado en saliva.