25/12/2017, 22:01
Datsue dentro de todo parecía estar de buen humor, tanto como para perder el tiempo preguntando una y otra vez si ella estaba bien y claro que no lo estaba, se le notaba en la cara y en su respiración que algo estaba mal, sin mencionar la mancha de sangre en un lateral de la cabeza.
—Vámonos de aquí —respondió la chica, mostrándose realmente preocupada y hasta asustada.
No iba a soportar mucho contra aquellos dos si decidían volver y lo que menos quería era que un compañero suyo fuese atrapado y torturado por culpa suya. Principalmente porque pudiese retrasarles porque en realidad lo que buscaban era el sharingan de su compañero y nada de ella.
—Estoy mal, creo que me han roto las costillas pero puedo moverme bien —prosiguió, en un intento por convencer al shinobi, aunque si le servía de algo también respondería las preguntas—. Levantaste tres dedos y yo me llamo Kageyama Koko.
—Vámonos de aquí —respondió la chica, mostrándose realmente preocupada y hasta asustada.
No iba a soportar mucho contra aquellos dos si decidían volver y lo que menos quería era que un compañero suyo fuese atrapado y torturado por culpa suya. Principalmente porque pudiese retrasarles porque en realidad lo que buscaban era el sharingan de su compañero y nada de ella.
—Estoy mal, creo que me han roto las costillas pero puedo moverme bien —prosiguió, en un intento por convencer al shinobi, aunque si le servía de algo también respondería las preguntas—. Levantaste tres dedos y yo me llamo Kageyama Koko.