27/12/2017, 14:32
El aludido asintió ante las palabras de Ralexion. Aquella sala parecía ser exactamente igual en arquitectura que la de más arriba, que en efecto debía estar sobre sus cabezas. Sin embargo, las proporciones eran visiblemente más grandes y no había un altar ostentoso y visible en el centro, sino apenas un pedestal tras el foso de agua negra como la noche. El Uchiha de Uzu caminó unos tímidos pasos que reverberaron en las paredes de la estancia.
—La falsa sala de más arriba se vino abajo cuando pisaste una de las baldosas en torno al altar —reflexionó el uzujin en voz alta—. Aquí debe haber algo también.
«Debería dejar que mi chakra se regenere antes de hacer más clones». Akame era un shinobi con un chakra poderoso para su edad y rango, pero aun así había tenido que crear un total de cuatro copias —incluyendo un Kage Bunshin— en los últimos treinta minutos. Si seguía forzándose pronto empezaría a notar los efectos secundarios del consumo de energía, y no tenía intención alguna de verse disminuido por eso mientras se adentraba en unas ruinas inexploradas llenas de trampas.
—Tengo una idea —dijo de repente el del Remolino, golpeando el canto de su mano diestra contra la palma de la zurda en un característico gesto—. Necesito que vuelvas al foso de estacas y me traigas dos o tres calaveras.
—La falsa sala de más arriba se vino abajo cuando pisaste una de las baldosas en torno al altar —reflexionó el uzujin en voz alta—. Aquí debe haber algo también.
«Debería dejar que mi chakra se regenere antes de hacer más clones». Akame era un shinobi con un chakra poderoso para su edad y rango, pero aun así había tenido que crear un total de cuatro copias —incluyendo un Kage Bunshin— en los últimos treinta minutos. Si seguía forzándose pronto empezaría a notar los efectos secundarios del consumo de energía, y no tenía intención alguna de verse disminuido por eso mientras se adentraba en unas ruinas inexploradas llenas de trampas.
—Tengo una idea —dijo de repente el del Remolino, golpeando el canto de su mano diestra contra la palma de la zurda en un característico gesto—. Necesito que vuelvas al foso de estacas y me traigas dos o tres calaveras.