27/12/2017, 19:50
Frío y hambre, eso era lo que tenía la kunoichi, y la ropa rota, principalmente el bañador que había sido atacado dos veces ya en zonas muy distintas. Pero bueno, era todo por un bien mayor aunque seguía con las costillas rotas y seguía siendo una molestia el respirar.
Aun así, tenía bastante ya que agradecer a Yume que —a pesar de ser aliada de los que la secuestraron— la estaba cuidando muy bien y si era verdad lo que decía sobre Uzushiogakure, mejor todavía.
De cualquier manera, ante ella nuevamente se hallaba Kuma, dispuesto a continuar lo que su compañera había interrumpido solo que por suerte para la pecosa, la puerta de la celda parecía estar de su parte y no permitiría el paso del hombretón. Hasta que le quitaron el seguro con una ganzúa. «Yay… »pensó con absoluto sarcasmo al ver como la puerta se abría y el grandote se le acercaba con una sonrisa triunfal.
Quiso hablar, quiso recordarle las palabras de Yume por si las dudas, tal vez lograba que recapacitara pero antes de que pudiera articular palabra, la manaza del contrario volvió a taparle la boca imposibilitándola a hablar. «Mierda »
Esta vez no tendría nada que la salvara, lo único que tenía en su poder era la píldora que tendría que dormirla con lo que no sentiría absolutamente nada pero… ¿en serio era la única opción entregarle su cuerpo de tal forma?
Obviamente, la opción no le agradaba a la rubia, pero no le quedaba de otra así que… tragó la píldora. Solo esperaba que hiciese efecto rápido antes de que Kuma sacase lo que estaba guardándose en el pantalón.
Aun así, tenía bastante ya que agradecer a Yume que —a pesar de ser aliada de los que la secuestraron— la estaba cuidando muy bien y si era verdad lo que decía sobre Uzushiogakure, mejor todavía.
De cualquier manera, ante ella nuevamente se hallaba Kuma, dispuesto a continuar lo que su compañera había interrumpido solo que por suerte para la pecosa, la puerta de la celda parecía estar de su parte y no permitiría el paso del hombretón. Hasta que le quitaron el seguro con una ganzúa. «Yay… »pensó con absoluto sarcasmo al ver como la puerta se abría y el grandote se le acercaba con una sonrisa triunfal.
Quiso hablar, quiso recordarle las palabras de Yume por si las dudas, tal vez lograba que recapacitara pero antes de que pudiera articular palabra, la manaza del contrario volvió a taparle la boca imposibilitándola a hablar. «Mierda »
Esta vez no tendría nada que la salvara, lo único que tenía en su poder era la píldora que tendría que dormirla con lo que no sentiría absolutamente nada pero… ¿en serio era la única opción entregarle su cuerpo de tal forma?
Obviamente, la opción no le agradaba a la rubia, pero no le quedaba de otra así que… tragó la píldora. Solo esperaba que hiciese efecto rápido antes de que Kuma sacase lo que estaba guardándose en el pantalón.