27/12/2017, 20:39
Algo andaba mal, o más bien andaba bien, a saber, pero ese no era Kuma, por lo menos el hombre no hablaría tan bajo aunque sí se creía que la mandaría a callarse, si gritaba podía delatarle y obviamente no querría semejante cosa, ¿verdad?
Pero no, el hombretón se transformó justo cuando la píldora que Koko se había tragado comenzaba a hacer efecto así que realmente, no tenía manera de comprobar que fuese algo real y no estuviese alucinando.
—¿Datsue? —murmuró con mirada perdida.
Le estaban pesando los párpados, se sentía mareada y con unas ganas terribles de tirarse a dormir allí mismo así que las palabras del chico le entraron por un oído y salieron por el otro, pero si algo le quedó claro a la pecosa es que ya no tenía ni idea de cómo diferenciar la realidad de una ilusión y… le daba igual.
—Claro —respondió vagamente, como si simplemente se estuviese dejando llevar por la situación.
La cabeza de la fémina fue cayendo lentamente, no se mostraba capaz de sostener el peso de la misma como para seguir mirando al frente y enseguida se quedó mirando el suelo con los ojos entrecerrados, aunque a simple vista estaban cerrados. «Dios mío, ¿qué le metió a la píldora? »se cuestionaba mientras seguía consciente.
Pero no, el hombretón se transformó justo cuando la píldora que Koko se había tragado comenzaba a hacer efecto así que realmente, no tenía manera de comprobar que fuese algo real y no estuviese alucinando.
—¿Datsue? —murmuró con mirada perdida.
Le estaban pesando los párpados, se sentía mareada y con unas ganas terribles de tirarse a dormir allí mismo así que las palabras del chico le entraron por un oído y salieron por el otro, pero si algo le quedó claro a la pecosa es que ya no tenía ni idea de cómo diferenciar la realidad de una ilusión y… le daba igual.
—Claro —respondió vagamente, como si simplemente se estuviese dejando llevar por la situación.
La cabeza de la fémina fue cayendo lentamente, no se mostraba capaz de sostener el peso de la misma como para seguir mirando al frente y enseguida se quedó mirando el suelo con los ojos entrecerrados, aunque a simple vista estaban cerrados. «Dios mío, ¿qué le metió a la píldora? »se cuestionaba mientras seguía consciente.