1/01/2018, 01:09
Que se disculpe y justifique no convencía a la pelirroja de que no fuese alguien extraño y que buscase algo aparte de solo hablar, más teniendo en cuenta lo mucho que está insistiendo con el asunto a pesar de que ella ya le había dejado en claro que no estaba dispuesta a quedarse por más tiempo.
Aun así, el contrario buscó otra forma de aproximarse a ella, presentándose y ofreciéndole la mano para estrecharla, además de dejarle un pedido para que pasase página pero no, lejos de ser convencida, la kunoichi de kusa retrocedió un paso.
—Lo siento —dijo antes de darse la vuelta y dirigirse a su habitación.
No hacía falta ser un experto en psicología para saber que aquel encuentro le estaba resultando de lo más incómodo y con algo de suerte para ella, terminaría allí mismo. Tal vez.
Aun así, el contrario buscó otra forma de aproximarse a ella, presentándose y ofreciéndole la mano para estrecharla, además de dejarle un pedido para que pasase página pero no, lejos de ser convencida, la kunoichi de kusa retrocedió un paso.
—Lo siento —dijo antes de darse la vuelta y dirigirse a su habitación.
No hacía falta ser un experto en psicología para saber que aquel encuentro le estaba resultando de lo más incómodo y con algo de suerte para ella, terminaría allí mismo. Tal vez.