4/01/2018, 01:46
«Zaide… »se repitió a sí misma en un intento por grabárselo en la cabeza, al menos por ahora.
Definitivamente no tenía mucho tiempo para perder, no porque Katame estuviese insistiendo con lo del explosivo que le había pegado a ella en la pierna, sino porque el estómago volvía a rugirle y con eso la capacidad de concentración se le iba, por no mencionar lo fatigada que estaba ya sea por apenas haber dormido como por los efectos de la droga.
—No —respondió vagamente.
La verdad era que sí, tenía una última duda pero seguramente no se la responderían y justamente tenía que ver con aquello por lo que había accedido a ayudar a aquel hombre. El sello.
De cualquier manera, la falsa Yume pronto comenzó a caminar en dirección a la novena puerta que le habían indicado anteriormente, en teoría, allí debía de encontrarse con el tal Zaide y con algo de suerte podría matarle sin necesidad siquiera de entablar diálogo con él.
Definitivamente no tenía mucho tiempo para perder, no porque Katame estuviese insistiendo con lo del explosivo que le había pegado a ella en la pierna, sino porque el estómago volvía a rugirle y con eso la capacidad de concentración se le iba, por no mencionar lo fatigada que estaba ya sea por apenas haber dormido como por los efectos de la droga.
—No —respondió vagamente.
La verdad era que sí, tenía una última duda pero seguramente no se la responderían y justamente tenía que ver con aquello por lo que había accedido a ayudar a aquel hombre. El sello.
De cualquier manera, la falsa Yume pronto comenzó a caminar en dirección a la novena puerta que le habían indicado anteriormente, en teoría, allí debía de encontrarse con el tal Zaide y con algo de suerte podría matarle sin necesidad siquiera de entablar diálogo con él.