4/01/2018, 03:41
«¡Hijo de…! »pensó al sentir aquel golpe que aparte de sacudirle la carne, le provocó un intenso dolor con el que la técnica casi se esfuma. Una suerte que luego de frenarse en seco se viera en la posibilidad de mantener el control. «Cuando te distraigas te reviento »se dijo a sí misma antes de seguir la marcha.
Lo último que quería era seguir cerca de Katame, persona sencillamente despreciable a quien no iba a aguantar por mucho más tiempo, aunque claro, el tipo la tiene contra la espada y la pared así que tendría que hacer un buen papel.
Una jodida lástima que ante la primera pregunta del tal Zaide la chica se quedase completamente en blanco, puesto que no se había ni pensado lo que le podría preguntar ni mucho menos, cómo responder.
«Bueno, no entremos en pánico, pensemos un poco »Y con poco probablemente podría decirse que solo gozaba de unos dos o tres segundos. Tiempo más que suficiente para que la kunoichi abriese la boca y empezara a hablar alguna cosa que pudiese parecer lógica. Aunque por suerte estuvo consciente en el momento en que Yume regañaba a Kuma.
—Encontré al chico —respondió, fingiendo absoluta sinceridad y manteniendo el aspecto fiero que le había dicho Katame que debía de mantener.
Aunque por cierto motivo se mantuvo estática debajo del marco de la puerta.
Lo último que quería era seguir cerca de Katame, persona sencillamente despreciable a quien no iba a aguantar por mucho más tiempo, aunque claro, el tipo la tiene contra la espada y la pared así que tendría que hacer un buen papel.
Una jodida lástima que ante la primera pregunta del tal Zaide la chica se quedase completamente en blanco, puesto que no se había ni pensado lo que le podría preguntar ni mucho menos, cómo responder.
«Bueno, no entremos en pánico, pensemos un poco »Y con poco probablemente podría decirse que solo gozaba de unos dos o tres segundos. Tiempo más que suficiente para que la kunoichi abriese la boca y empezara a hablar alguna cosa que pudiese parecer lógica. Aunque por suerte estuvo consciente en el momento en que Yume regañaba a Kuma.
—Encontré al chico —respondió, fingiendo absoluta sinceridad y manteniendo el aspecto fiero que le había dicho Katame que debía de mantener.
Aunque por cierto motivo se mantuvo estática debajo del marco de la puerta.