7/01/2018, 07:53
—¡Suéltame!
Datsue se quedó de piedra, paralizado, con el corazón en un puño. ¿¡A quién demonios se le ocurría ponerse a chillar en un momento como aquel!?
—¿¡Es que no te das cuenta!? ¡En cualquier momento podrían detonar el sello!
La voz de Koko retumbó por toda la cueva, formando un eco que penetró los oídos del Uchiha como un puñal afilado. Quiso ponerse a gritar él también. Quiso preguntar quién demonios le iba a hacer estallar el sello si Katame no parecía estar allí. Quiso ponerse a discutir, como siempre terminaba haciendo con la Sakamoto. Se sentía confuso, impotente y enfurecido por toda aquella situación. Pero, sobre todo, se sentía…
… asustado. Koko acababa de delatarles, y más pronto que tarde, alguien aparecería para averiguar qué estaba sucediendo. ¿De qué serviría hacerse el héroe y llevarse a Koko por la fuerza? ¿De qué serviría seguir insistiendo? En el mejor de los casos, lo tomarían a los dos como presos. No, la mejor solución era que uno de los dos escapase para que así al menos pudiese dar aviso en la Villa. Eso fue, al menos, lo que se dijo. Más tarde, cuando ya estuviese corriendo por los bosques en dirección a Uzu, se diría otras cosas a sí mismo. Que había sido un cobarde. Un mal amigo. Un mal compañero. Que había fallado a su Hermano. Que era escoria por haberla abandonado sabiendo lo que muy posiblemente le habían hecho, y lo que quizá todavía le harían. Se arrepentiría, claro, como siempre hacía. Pero aquel arrepentimiento no le haría dar media vuelta, sino simplemente correr más rápido.
Tenía que ser realista: el nunca sería un héroe.
—Lo siento —fue lo único que alcanzó a murmurar antes de echar a correr. Por una vez, le había hecho caso.
Datsue se quedó de piedra, paralizado, con el corazón en un puño. ¿¡A quién demonios se le ocurría ponerse a chillar en un momento como aquel!?
—¿¡Es que no te das cuenta!? ¡En cualquier momento podrían detonar el sello!
La voz de Koko retumbó por toda la cueva, formando un eco que penetró los oídos del Uchiha como un puñal afilado. Quiso ponerse a gritar él también. Quiso preguntar quién demonios le iba a hacer estallar el sello si Katame no parecía estar allí. Quiso ponerse a discutir, como siempre terminaba haciendo con la Sakamoto. Se sentía confuso, impotente y enfurecido por toda aquella situación. Pero, sobre todo, se sentía…
… asustado. Koko acababa de delatarles, y más pronto que tarde, alguien aparecería para averiguar qué estaba sucediendo. ¿De qué serviría hacerse el héroe y llevarse a Koko por la fuerza? ¿De qué serviría seguir insistiendo? En el mejor de los casos, lo tomarían a los dos como presos. No, la mejor solución era que uno de los dos escapase para que así al menos pudiese dar aviso en la Villa. Eso fue, al menos, lo que se dijo. Más tarde, cuando ya estuviese corriendo por los bosques en dirección a Uzu, se diría otras cosas a sí mismo. Que había sido un cobarde. Un mal amigo. Un mal compañero. Que había fallado a su Hermano. Que era escoria por haberla abandonado sabiendo lo que muy posiblemente le habían hecho, y lo que quizá todavía le harían. Se arrepentiría, claro, como siempre hacía. Pero aquel arrepentimiento no le haría dar media vuelta, sino simplemente correr más rápido.
Tenía que ser realista: el nunca sería un héroe.
—Lo siento —fue lo único que alcanzó a murmurar antes de echar a correr. Por una vez, le había hecho caso.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado