7/01/2018, 09:59
Era bastante obvio que Kuma buscaría venganza y que Datsue buscaría defenderse, Koko por su parte se planteó el utilizar alguna variante del chidori, pero para cuando terminase de moldear el chakra ya se habrían matado mutuamente y todo perdería razón de ser.
Salvo porque Yume se adelantó a todos y logró detenerlos. Siendo así, la kunoichi simplemente se quedó estática en su lugar, permitiendo que ellos dialogaran lo que fuera necesario hasta que sacaron a su compañero Uchiha de la celda. No iba a protestar, no tenía ningún sentido hacerlo porque no le llevarían el apunte.
Ni siquiera se atrevió a pensar en que aquella mujer estaba queriendo salvarla y por eso propuso lo de quitarle el sello, más bien, se le antojaba que podría ser más bien por conveniencia, si antes había dicho que tenía un conocido que pagaría bien por ella si estaba en óptimas condiciones y, ya sea muerta o con un miembro menos, seguramente no pagarían una mierda.
La Kageyama no protestó ante nada, no aportó nada a la conversación y en cuanto la mujer le habló directamente advirtiéndole sobre mover las manos suspiró pesadamente antes de dar una respuesta clara.
—Sí —fue la única palabra que salió de su boca, pero seguía con la vista en el piso.
No sabía de lo que hablaban, pero estaba bastante segura de que lo pasaría muy mal, empeorando considerablemente el día de mierda que estaba teniendo y también agravando el malestar general que ya sentía.
Salvo porque Yume se adelantó a todos y logró detenerlos. Siendo así, la kunoichi simplemente se quedó estática en su lugar, permitiendo que ellos dialogaran lo que fuera necesario hasta que sacaron a su compañero Uchiha de la celda. No iba a protestar, no tenía ningún sentido hacerlo porque no le llevarían el apunte.
Ni siquiera se atrevió a pensar en que aquella mujer estaba queriendo salvarla y por eso propuso lo de quitarle el sello, más bien, se le antojaba que podría ser más bien por conveniencia, si antes había dicho que tenía un conocido que pagaría bien por ella si estaba en óptimas condiciones y, ya sea muerta o con un miembro menos, seguramente no pagarían una mierda.
La Kageyama no protestó ante nada, no aportó nada a la conversación y en cuanto la mujer le habló directamente advirtiéndole sobre mover las manos suspiró pesadamente antes de dar una respuesta clara.
—Sí —fue la única palabra que salió de su boca, pero seguía con la vista en el piso.
No sabía de lo que hablaban, pero estaba bastante segura de que lo pasaría muy mal, empeorando considerablemente el día de mierda que estaba teniendo y también agravando el malestar general que ya sentía.