7/01/2018, 23:31
Todo lo que ocurría en los alrededores le resultaba ajeno, no podría alterar el curso de nada aunque lo intentara porque tenía a Yume delante, observando cada movimiento que efectuara aunque le sorprendió que se tomase la molestia de tratar la zona lastimada, aunque no sin antes esposarla nuevamente. Lógico si uno se sentaba a analizarlo, Koko tenía toda la evidencia en su contra.
Vagamente escuchó un poco de la conversación en la celda de junto y tristemente, la mujer llevaba la razón, la pecosa había atentado contra la vida de dos de los integrantes de la banda así que no había forma de justificar las cosas, no había manera de quitarle la responsabilidad de encima a pesar de todo lo que le habían hecho ya a ella.
A las horas, Zaide apareció en peor estado que con el que le había conocido.
Estaba maltrecho, la voz seguía sonando tan mal que dejaba en claro que estaba bien jodido a pesar de que su compañera probablemente le habría tratado la herida.
El Uchiha se le acercó, le dejó un plato con comida y también un vaso con algo dentro, a saber lo que era y a saber si la comida era apta para el consumo humano, pero por una vez la rubia podría rechazar una oferta con una buena justificación.
—No puedo —afirmó vagamente moviendo ambos brazos para hacer sonar un poco las cadenas dejando el claro el porqué de sus palabras—. Entonces… ¿vas a cobrarte lo que te hice? —preguntó algo nerviosa, no sabía si el hombre estaría dispuesto a responderle o la callaría a golpes o alguna cosa similar.
Incluso se podría meter en su cabeza para obligarla a recordar las peores cosas que había vivido, de vuelta, o si Katame llevaba razón, podría modificarle los recuerdos para hacerle vivir cosas que nunca vivió. Las posibilidades eran infinitas para ese hombre.
Vagamente escuchó un poco de la conversación en la celda de junto y tristemente, la mujer llevaba la razón, la pecosa había atentado contra la vida de dos de los integrantes de la banda así que no había forma de justificar las cosas, no había manera de quitarle la responsabilidad de encima a pesar de todo lo que le habían hecho ya a ella.
A las horas, Zaide apareció en peor estado que con el que le había conocido.
Estaba maltrecho, la voz seguía sonando tan mal que dejaba en claro que estaba bien jodido a pesar de que su compañera probablemente le habría tratado la herida.
El Uchiha se le acercó, le dejó un plato con comida y también un vaso con algo dentro, a saber lo que era y a saber si la comida era apta para el consumo humano, pero por una vez la rubia podría rechazar una oferta con una buena justificación.
—No puedo —afirmó vagamente moviendo ambos brazos para hacer sonar un poco las cadenas dejando el claro el porqué de sus palabras—. Entonces… ¿vas a cobrarte lo que te hice? —preguntó algo nerviosa, no sabía si el hombre estaría dispuesto a responderle o la callaría a golpes o alguna cosa similar.
Incluso se podría meter en su cabeza para obligarla a recordar las peores cosas que había vivido, de vuelta, o si Katame llevaba razón, podría modificarle los recuerdos para hacerle vivir cosas que nunca vivió. Las posibilidades eran infinitas para ese hombre.