10/01/2018, 07:46
Zaide se frotó la cara, con gesto cansado ante tantas réplicas e insistencias.
—La culpa es mía —dijo el Uchiha—. Por mostrarme tan abierto y hacerte creer que voy a contarte mi vida porque a ti te dé la gana.
Se levantó, cogiendo el plato con las sardinas restantes, ya algo frías, y apoyándose en un bastón con la otra mano. Desde luego, daba una imagen lamentable. ¿Cómo podría aquel hombre enfrentarse a ninguno de sus hermanos? Y aún así, aquella aura que le envolvía…
—No te culpo —agregó—. Hemos dado una imagen de mierda. Seguramente pienses que no duraríamos ni un minuto. Quizá estés en lo cierto… —dijo, inclinando la cabeza hacia un lado—, o quizá no. ¿Merece la pena correr el riesgo? ¿Merece la pena ver a uno de los que aprecias morir por vernos a nosotros muertos? Consúltalo con la almohada, ¿huh? Sin agobios, no hay prisa —le guiñó un ojo, y cerró la puerta de su celda.
Koko oyó sus pies arrastrarse hasta la habitación contigua…
Datsue oía los pies de alguien arrastrándose hacia su celda, y el corazón hasta ahora tranquilo del Uchiha empezó a agitarse. Primero, distinguió su silueta encorvada, débil. Luego, el plato con sardinas. El estómago le rugió, hambriento, pese a que al mismo tiempo lo notaba cerrado por los nervios. Tenía hambre y ganas de vomitar a la vez. Era una sensación de lo más extraña, nada placentera.
—Come —ordenó aquel hombre, dejándole el plato frente a él. Datsue, ávido, hizo un ademán de cogerlo con las manos… hasta que se dio cuenta que no podía—. Oh, me cago en mi madre —masculló, irritado—. Vosotros dos vais a conseguir dejar mi reputación por los suelos.
Sin previo aviso, el hombre le estampó una sardina en la boca, sin siquiera arrancarle la cabeza o las aletas. ¿Cómo demonios pretendía aquel hombre que se lo comiese así?
—La culpa es mía —dijo el Uchiha—. Por mostrarme tan abierto y hacerte creer que voy a contarte mi vida porque a ti te dé la gana.
Se levantó, cogiendo el plato con las sardinas restantes, ya algo frías, y apoyándose en un bastón con la otra mano. Desde luego, daba una imagen lamentable. ¿Cómo podría aquel hombre enfrentarse a ninguno de sus hermanos? Y aún así, aquella aura que le envolvía…
—No te culpo —agregó—. Hemos dado una imagen de mierda. Seguramente pienses que no duraríamos ni un minuto. Quizá estés en lo cierto… —dijo, inclinando la cabeza hacia un lado—, o quizá no. ¿Merece la pena correr el riesgo? ¿Merece la pena ver a uno de los que aprecias morir por vernos a nosotros muertos? Consúltalo con la almohada, ¿huh? Sin agobios, no hay prisa —le guiñó un ojo, y cerró la puerta de su celda.
Koko oyó sus pies arrastrarse hasta la habitación contigua…
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Datsue oía los pies de alguien arrastrándose hacia su celda, y el corazón hasta ahora tranquilo del Uchiha empezó a agitarse. Primero, distinguió su silueta encorvada, débil. Luego, el plato con sardinas. El estómago le rugió, hambriento, pese a que al mismo tiempo lo notaba cerrado por los nervios. Tenía hambre y ganas de vomitar a la vez. Era una sensación de lo más extraña, nada placentera.
—Come —ordenó aquel hombre, dejándole el plato frente a él. Datsue, ávido, hizo un ademán de cogerlo con las manos… hasta que se dio cuenta que no podía—. Oh, me cago en mi madre —masculló, irritado—. Vosotros dos vais a conseguir dejar mi reputación por los suelos.
Sin previo aviso, el hombre le estampó una sardina en la boca, sin siquiera arrancarle la cabeza o las aletas. ¿Cómo demonios pretendía aquel hombre que se lo comiese así?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado