10/01/2018, 10:54
Datsue en ningún momento le respondió a los llamados así que así como él pasaba de ella, ella hizo lo mismo y se acomodó lo mejor posible para dormir, claro que no estaría tan cómoda como en una cama y al día siguiente por lo menos sentiría un dolor de cuello bastante fuerte.
Y hubiese sido solo eso de no ser porque cierta persona hizo un cambio en los grilletes de la Kageyama, quien mientras dormía se ve que se retorció lo suficiente para que parte de su cuerpo quedase suspendido en el aire gracias a las cadenas que mantenían sus brazos en alto. Cualquiera diría que estaba incómoda, pero los leves ronquidos que soltaba la kunoichi dejaban en claro que muy poco le importaba lo marcadas que le quedarían las muñecas por ello.
En cuanto le hicieron el cambio de grilletes, lo que la mantenía en posición se esfumó y con eso el cuerpo de Koko se fue hacia delante casi que con violencia y un ruido… ¿a hueco? Se escuchó por toda la celda. Y sí, el ruido había sido del golpe la cabeza de la rubia contra el piso.
—¿Eh? —soltó atontada mientras se frotaba la frente por el golpe que se dio…
«Momento… »Algo no estaba bien, ¿o tal vez estaba mejor que antes? Sea como fuere, la pecosa estaba libre, o eso pensó hasta que al abrir los ojos y lograr hacer foco se encontró que Yume le había puesto otro tipo de grillete, uno que hasta cierto punto le daba bastante libertad y…
—Uhm… ¿Tengo que actuar como una mascota? —preguntó algo adormilada aún, y dolorida sin dudas tanto por el golpe como por la pésima forma en que durmió.
No estaba de mal humor, y su tono solo demostraba que aún estaba algo cansada pero no mostraba signos de molestias mayores. Salvo las ojeras por culpa de un sueño bastante feo que por suerte luego de despertarse una vez a mitad de la noche se esfumó y pudo dormir normalmente.
Y hubiese sido solo eso de no ser porque cierta persona hizo un cambio en los grilletes de la Kageyama, quien mientras dormía se ve que se retorció lo suficiente para que parte de su cuerpo quedase suspendido en el aire gracias a las cadenas que mantenían sus brazos en alto. Cualquiera diría que estaba incómoda, pero los leves ronquidos que soltaba la kunoichi dejaban en claro que muy poco le importaba lo marcadas que le quedarían las muñecas por ello.
En cuanto le hicieron el cambio de grilletes, lo que la mantenía en posición se esfumó y con eso el cuerpo de Koko se fue hacia delante casi que con violencia y un ruido… ¿a hueco? Se escuchó por toda la celda. Y sí, el ruido había sido del golpe la cabeza de la rubia contra el piso.
—¿Eh? —soltó atontada mientras se frotaba la frente por el golpe que se dio…
«Momento… »Algo no estaba bien, ¿o tal vez estaba mejor que antes? Sea como fuere, la pecosa estaba libre, o eso pensó hasta que al abrir los ojos y lograr hacer foco se encontró que Yume le había puesto otro tipo de grillete, uno que hasta cierto punto le daba bastante libertad y…
—Uhm… ¿Tengo que actuar como una mascota? —preguntó algo adormilada aún, y dolorida sin dudas tanto por el golpe como por la pésima forma en que durmió.
No estaba de mal humor, y su tono solo demostraba que aún estaba algo cansada pero no mostraba signos de molestias mayores. Salvo las ojeras por culpa de un sueño bastante feo que por suerte luego de despertarse una vez a mitad de la noche se esfumó y pudo dormir normalmente.