10/01/2018, 11:45
Las horas que haya dormido no habían sido ni de lejos suficientes para aliviar el estrés por el que la kunoichi había pasado en los últimos días, y actuar como una mascota no la ayudaría aunque por suerte eso no se daría y podría ser simplemente una esclava obediente. Cosa que tampoco ayuda si vamos al caso.
De cualquier manera, la rubia aceptó la ayuda y se levantó aunque algo patosa. A pesar de ya estar de pie, la contraria no la soltó en ningún momento y la guió hasta una zona que no había recorrido anteriormente y de la que en ningún momento había escuchado nada. Así que estaba completamente desorientada, aunque en el fondo estaba segura de que aquello era algún tipo de triquiñuela de parte de Yume para conseguir su cooperación, la que Zaide no consiguió.
Fue guiada hasta el exterior, situación que en condiciones normales la alegraría porque significaría que era libre al fin, pero tenía las cadenas en las muñecas así que era más de lo mismo, nada que festejar. Salvo cuando la mayor soltó una frase en específico…
—¿Lista para un baño?
Si quería que Koko se portase bien, había hecho blanco perfecto.
La cara de la rubia lo decía todo, quería tirarse al agua con todo y ropa, estaba hipnotizada, embobada, los ojos los tenía bien abiertos y clavados en aquel inmenso torrente de agua que caía de forma constante y de no ser porque no era comida, seguramente estaría babeándose.
—Sí… —respondió ante la pregunta.
Con solo una orden de Yume, la pecosa se despojaría completamente de sus ropajes y se lanzaría al agua, aunque no con la intención de escaparse, la higiene personal ocupaba un puesto mucho más importante en la mente de la Kageyama que la propia libertad.
De cualquier manera, la rubia aceptó la ayuda y se levantó aunque algo patosa. A pesar de ya estar de pie, la contraria no la soltó en ningún momento y la guió hasta una zona que no había recorrido anteriormente y de la que en ningún momento había escuchado nada. Así que estaba completamente desorientada, aunque en el fondo estaba segura de que aquello era algún tipo de triquiñuela de parte de Yume para conseguir su cooperación, la que Zaide no consiguió.
Fue guiada hasta el exterior, situación que en condiciones normales la alegraría porque significaría que era libre al fin, pero tenía las cadenas en las muñecas así que era más de lo mismo, nada que festejar. Salvo cuando la mayor soltó una frase en específico…
—¿Lista para un baño?
Si quería que Koko se portase bien, había hecho blanco perfecto.
La cara de la rubia lo decía todo, quería tirarse al agua con todo y ropa, estaba hipnotizada, embobada, los ojos los tenía bien abiertos y clavados en aquel inmenso torrente de agua que caía de forma constante y de no ser porque no era comida, seguramente estaría babeándose.
—Sí… —respondió ante la pregunta.
Con solo una orden de Yume, la pecosa se despojaría completamente de sus ropajes y se lanzaría al agua, aunque no con la intención de escaparse, la higiene personal ocupaba un puesto mucho más importante en la mente de la Kageyama que la propia libertad.