13/01/2018, 05:51
Dígase una cosa de Uchiha Datsue: nunca había pensado que le gustaría tanto volar.
Sí, volar. Porque eso es lo que precisamente estaba haciendo, montando en una enorme ave de plumas blancas —en la parte inferior— y negras —en la parte superior—. Su cabeza, en cambio, era gris, coronada por una doble cresta. Tenía los ojos rojos, la cola blanca y negra, y Datsue creía intuir que era un águila. ¿De qué tipo? No tenía ni idea. Lo único que sabía era que, cuando Zaide la había invocado, la había llamado Hāpī.
Envuelto en una manta, Datsue aflojó un poco las manos, que ya le dolían de haberlas mantenido tan tensas durante tanto tiempo. Zaide le había advertido que tuviese cuidado de no arrancarle ninguna pluma, pero claro, eso era sencillo de decir en el suelo, y no a cientos de metros sobre él.
Según le había dicho, el águila le dejaría en plena madrugada sobre el Bosque de la Hoja, teniendo que recorrer él el trayecto que quedaba a pie.
Zaide frunció los labios al oír su petición. Desde luego, era algo fácil de cumplir. Aunque… ¿estaba segura que quería hacerlo?
—Puedes —respondió Zaide, encogiéndose de hombros—. Pero… ¿quieres? —preguntó, con mirada inquisitiva. Había introducido la llave en el cerrojo de su celda, pero todavía no la había abierto, aguardando su respuesta—. No te daré la espalda, ni cerraré los ojos. Eso tenlo claro.
Por muy bien que se encontrase, no pensaba dar una oportunidad a aquella cría para escapar. Solo lograría cansarle y ralentizar su recuperación.
Sí, volar. Porque eso es lo que precisamente estaba haciendo, montando en una enorme ave de plumas blancas —en la parte inferior— y negras —en la parte superior—. Su cabeza, en cambio, era gris, coronada por una doble cresta. Tenía los ojos rojos, la cola blanca y negra, y Datsue creía intuir que era un águila. ¿De qué tipo? No tenía ni idea. Lo único que sabía era que, cuando Zaide la había invocado, la había llamado Hāpī.
Envuelto en una manta, Datsue aflojó un poco las manos, que ya le dolían de haberlas mantenido tan tensas durante tanto tiempo. Zaide le había advertido que tuviese cuidado de no arrancarle ninguna pluma, pero claro, eso era sencillo de decir en el suelo, y no a cientos de metros sobre él.
Según le había dicho, el águila le dejaría en plena madrugada sobre el Bosque de la Hoja, teniendo que recorrer él el trayecto que quedaba a pie.
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Zaide frunció los labios al oír su petición. Desde luego, era algo fácil de cumplir. Aunque… ¿estaba segura que quería hacerlo?
—Puedes —respondió Zaide, encogiéndose de hombros—. Pero… ¿quieres? —preguntó, con mirada inquisitiva. Había introducido la llave en el cerrojo de su celda, pero todavía no la había abierto, aguardando su respuesta—. No te daré la espalda, ni cerraré los ojos. Eso tenlo claro.
Por muy bien que se encontrase, no pensaba dar una oportunidad a aquella cría para escapar. Solo lograría cansarle y ralentizar su recuperación.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado