14/01/2018, 09:12
En palabras sencillas Nagisa dedicó una mirada fulminante al genin que acababa de afirmar que acataría sus órdenes, para inmediatamente protestar al respecto. Por suerte no insistió más y subió al cocodrilo. Al verle sentado sobre el escamoso ser le dio un par de palmadas en el lomo y el animal empezó a moverse.
—Al país de la tierra, no te desvíes —le dijo al animal que no emitió ningún sonido ni se movió para indicar que entendió, simplemente siguió su camino.
La kunoichi siquiera estaba de humor para ponerse a hablar como usualmente haría, ni siquiera para preguntar por qué diablos lo habían mandado a él siendo bastante más valioso para la aldea que Koko. Pero había otra cosa que le estaba molestando demasiado.
—¿Y por qué mierda yo en lugar de cualquier otro? —cuestionó, indudablemente de mal humor.
—Al país de la tierra, no te desvíes —le dijo al animal que no emitió ningún sonido ni se movió para indicar que entendió, simplemente siguió su camino.
La kunoichi siquiera estaba de humor para ponerse a hablar como usualmente haría, ni siquiera para preguntar por qué diablos lo habían mandado a él siendo bastante más valioso para la aldea que Koko. Pero había otra cosa que le estaba molestando demasiado.
—¿Y por qué mierda yo en lugar de cualquier otro? —cuestionó, indudablemente de mal humor.