14/01/2018, 23:29
Inteligencia=35, dificultad 5,3d10:
Resultados: 2,5,2. 1 Exito
Tal vez no fue gracias a su inteligencia, tal vez ese día estaba bendita por el dios de la lluvia. Tal vez, fue solo casualidad. Desde luego, no fue gracias a su ingenio como descubrió el secreto de aquel papel.
La muchacha estaba tan embelesada con el acertijo, o tal vez tan acostumbrada a la lluvia, que salió de su casa sin coger el paraguas. Y fue, la primera gota de agua que cayó sobre el pedazo de papel, la que le revelo el secreto del acertijo.
El papel mojado hizo que la cara trasera del papel se transparéntese, y la joven muchacha pudiera ver que, al otro lado, también había tinta. Si le daba rápido la vuelta a la hoja, antes de que el papel terminara por deshacerse, encontraría el siguiente mensaje:
Bien hecho,
Tu siguiente destino es la academia, no pierdas el tiempo.
Tu siguiente destino es la academia, no pierdas el tiempo.
Si se paraba a pensarlo, su vista no alcanzaba el otro lado del papel y si le daba la vuelta, dejaba de poder ver el acertijo. Tal vez tenía que continuar. Tal vez debía demostrarle a quien fuera que le había dejado aquel mensaje, que no solo tenía suerte, si no que tenía cierta habilidad.
* * *
No había prisa. Era un juego de inteligencia. Mejor dicho, yo era la pieza de ajedrez del tablero de alguien, alguien que me movía de casilla en casilla a través de lo que a primera vista parecía un juego de acertijos. Si me conocía para saber que iba a llamar mi atención con eso, también debería conocerme para saber, que si el juego se volvía sencillo, me daría media vuelta.
En realidad no, era incapaz de resistirme a cualquier tipo de acertijo o puzle, por sencillo de resolver que fuese. Pero mi yo interior lo sabía. Necesitaba algo que me estrujase el cerebro, algo que me obligara a sacar lo mejor que había en mí. ¿Estaría de verdad ese algo en la academia? ¿Quién era el que estaba jugando conmigo?
Para saber la respuesta, me planté frente a la puerta de la academia.