15/01/2018, 22:44
Uchiha Ralexion no esperaba tal panorama cuando atravesó la puerta, silencioso cual ratón. Sin embargo, la confusión le duró poco. «El maldito fin de año... ¡siempre lo olvido! Ahh... echo de menos el festival de Uji y los pasteles de carne de la señora Fujiwara. La mejor parte de ser tan despistado es que siempre te llevas una agradable sorpresa cuando recuerdas lo bueno.».
Se tomó unos instantes para saborear aquellas vivencias pasadas tan dulces. Entonces echó a caminar con parsimonia entre las mesas, observando con detenimiento el lugar. Al principio temió no dar con Akame dado el jolgorio que había montado en el establecimiento, mas sus dudas se disiparon al ser consciente que la característica figura del uzujin se había ocupado de agenciarse una esquina discreta del restaurante, alejada del tumulto.
Con semblante impasible el genin redirigió el curso de sus pasos hacia la posición de su congénere. Le echó un vistazo al manjar que estaba cenando, ¡vaya!. Aceleró el paso y se sentó frente a él como si se conociesen de toda la vida, brusco, gallardo.
—Bueno bueno, Akame-san, cuanto espíritu festivo, ¿no? —comentó con actitud teatrera— Y yo aguantando la comida del hospital.
Esbozó una socarrona sonrisa.
Se tomó unos instantes para saborear aquellas vivencias pasadas tan dulces. Entonces echó a caminar con parsimonia entre las mesas, observando con detenimiento el lugar. Al principio temió no dar con Akame dado el jolgorio que había montado en el establecimiento, mas sus dudas se disiparon al ser consciente que la característica figura del uzujin se había ocupado de agenciarse una esquina discreta del restaurante, alejada del tumulto.
Con semblante impasible el genin redirigió el curso de sus pasos hacia la posición de su congénere. Le echó un vistazo al manjar que estaba cenando, ¡vaya!. Aceleró el paso y se sentó frente a él como si se conociesen de toda la vida, brusco, gallardo.
—Bueno bueno, Akame-san, cuanto espíritu festivo, ¿no? —comentó con actitud teatrera— Y yo aguantando la comida del hospital.
Esbozó una socarrona sonrisa.