17/01/2018, 01:16
—No esperaba que alguien estuviera por aquí y mucho menos que se tratase de un shinobi.
Me giré al escuchar, tras de mí, una voz. Era un joven de cabellos oscuros y piel ligeramente bronceada, con los ojos del color de la miel. Sin embargo, lo más interesante era la bandana que portaba a la frente. Kusagakure. Por un lado, bien, al menos este chico si parecía que hablara, no como aquella… lo que fuera. Por otro lado.
—¿Y eso?¿Existe alguna norma que no me permita estar en este lugar?
Dije aquello con un tono de voz simpático y neutral. Si estaba incumpliendo la ley de su país, al menos que supiera que era por total desconocimiento. Tal vez tenía que haberlo estudiado antes. No parecía que fuera un ninja de alto rango, ni mucho menos alguien mucho mayor que yo. Pero a veces las apariencias engañan, y por otro lado, nunca era buena idea provocar un conflicto en el territorio de otra aldea. No al menos en aquellos tiempos que corrian.
—Solo he venido por curiosidad, pero si tengo que marcharme no habrá ningún problema