17/01/2018, 08:15
Ahora mismo tenía más ganas que nunca de ir y matar a Zaide, así se ganase el odio de Yume por ello, estaba bastante segura de que lo haría y ni siquiera aceptaría cualquier mierda que el tipo esté dispuesto a darle, como los pescados.
Poco le importaba si se tiraba una semana entera sin comer nada, o si moría justamente por eso, pero por su orgullo no iba a seguir viviendo de lo que el Uchiha le traía.
Cuando Nagisa se hizo a la idea de que nadie les interrumpiría en lo más mínimo hasta llegar al país de la tierra, un calvo llega para arruinarle completamente los planes. Se trataba de un chuunin, mismo rango que el suyo pero por lo menos ella tenía cabello.
—Sakamoto Nagisa, chuunin de Uzushiogakure. Viajando rumbo al país de la tierra sobre un cocodrilo amaestrado y muy obediente —dijo a desgano y casi apretando los dientes mientras se levantaba del mismo.
Esperaba no necesitar hacer aclaraciones a Datsue de que pretendía que hiciese exactamente lo mismo para así poder mandar al animal de vuelta a su lugar de origen.
—¿Necesitas algo más? —cuestionó cruzándose de brazos para de paso, realzar levemente sus atributos.
Al mismo tiempo, depositó el peso de su cuerpo a una de sus piernas para justamente inclinar levemente las caderas. Básicamente estaba intentando afectar un poco a las decisiones del calvo en base a una seducción algo simplona, así al menos tal vez las cosas serían mucho más rápidas de lo esperado, aunque no quitaba que la peli-celeste estuviese echando todo tipo de maldiciones sobre el shinobi de kusagakure.
Poco le importaba si se tiraba una semana entera sin comer nada, o si moría justamente por eso, pero por su orgullo no iba a seguir viviendo de lo que el Uchiha le traía.
Cuando Nagisa se hizo a la idea de que nadie les interrumpiría en lo más mínimo hasta llegar al país de la tierra, un calvo llega para arruinarle completamente los planes. Se trataba de un chuunin, mismo rango que el suyo pero por lo menos ella tenía cabello.
—Sakamoto Nagisa, chuunin de Uzushiogakure. Viajando rumbo al país de la tierra sobre un cocodrilo amaestrado y muy obediente —dijo a desgano y casi apretando los dientes mientras se levantaba del mismo.
Esperaba no necesitar hacer aclaraciones a Datsue de que pretendía que hiciese exactamente lo mismo para así poder mandar al animal de vuelta a su lugar de origen.
—¿Necesitas algo más? —cuestionó cruzándose de brazos para de paso, realzar levemente sus atributos.
Al mismo tiempo, depositó el peso de su cuerpo a una de sus piernas para justamente inclinar levemente las caderas. Básicamente estaba intentando afectar un poco a las decisiones del calvo en base a una seducción algo simplona, así al menos tal vez las cosas serían mucho más rápidas de lo esperado, aunque no quitaba que la peli-celeste estuviese echando todo tipo de maldiciones sobre el shinobi de kusagakure.