17/01/2018, 12:21
Agua pidió Koko, y agua obtuvo.
Zaide dejó que tomase el vaso de agua entre sus manos, esperando a que terminase de bebérselo para tomarlo de nuevo.
—La sed es más fuerte que el orgullo, ¿huh? —comentó, antes de irse.
Sakamoto y Uchiha se llenaron de provisiones en la Ribera del Sur. Allí, Nagisa pudo ver la otra cara de Datsue. Se la pasó criticando a los ribereños del sur, advirtiéndola de los muchos peligros que implicaba fiarse de ellos. Lo crueles, sanguinarios y malas personas que eran. Y, sobre todo, lo engañosos que llegaban a ser.
Luego, llenado el estómago, los dos partieron hacia las Montañas de la Tierra. No fue hasta la noche que llegaron hasta cerca de su frontera, pero una tormenta les pilló desprevenidos y tuvieron que buscar refugio, de suerte que se toparon con una posada en mitad del camino.
Allí, se alimentarían, entrarían en calor y recobrarían fuerzas para el viaje de mañana.
—Mañana llegaremos al punto del intercambio —dijo Datsue, que recordaba haber pasado cerca de allí cuando había ido con Koko a hacer la misión. Sin embargo, y según había informado Datsue a Nagisa, el intercambio estaba previsto para pasado mañana a última hora de la tarde. ¿Qué harían, pues? ¿Esperarían? ¿O aprovecharían la brújula de Datsue para tratar de rescatar a Koko a la fuerza? —. ¿Vamos a seguir el plan o…?
Los dos se encontraban en la primera planta de la posada. Acababan de ponerse las botas con la cena y, en breves, si querían descansar, se irían a la cama.
Koko recibió un vaso de agua a la hora de la comida, y otro a la cena. No hubo, sin embargo, ofrecimiento de comida por parte de Zaide, y a no ser que se lo pidiese de a viva voz, quizá tampoco lo habría al día siguiente.
Zaide dejó que tomase el vaso de agua entre sus manos, esperando a que terminase de bebérselo para tomarlo de nuevo.
—La sed es más fuerte que el orgullo, ¿huh? —comentó, antes de irse.
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Sakamoto y Uchiha se llenaron de provisiones en la Ribera del Sur. Allí, Nagisa pudo ver la otra cara de Datsue. Se la pasó criticando a los ribereños del sur, advirtiéndola de los muchos peligros que implicaba fiarse de ellos. Lo crueles, sanguinarios y malas personas que eran. Y, sobre todo, lo engañosos que llegaban a ser.
Luego, llenado el estómago, los dos partieron hacia las Montañas de la Tierra. No fue hasta la noche que llegaron hasta cerca de su frontera, pero una tormenta les pilló desprevenidos y tuvieron que buscar refugio, de suerte que se toparon con una posada en mitad del camino.
Allí, se alimentarían, entrarían en calor y recobrarían fuerzas para el viaje de mañana.
—Mañana llegaremos al punto del intercambio —dijo Datsue, que recordaba haber pasado cerca de allí cuando había ido con Koko a hacer la misión. Sin embargo, y según había informado Datsue a Nagisa, el intercambio estaba previsto para pasado mañana a última hora de la tarde. ¿Qué harían, pues? ¿Esperarían? ¿O aprovecharían la brújula de Datsue para tratar de rescatar a Koko a la fuerza? —. ¿Vamos a seguir el plan o…?
Los dos se encontraban en la primera planta de la posada. Acababan de ponerse las botas con la cena y, en breves, si querían descansar, se irían a la cama.
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Koko recibió un vaso de agua a la hora de la comida, y otro a la cena. No hubo, sin embargo, ofrecimiento de comida por parte de Zaide, y a no ser que se lo pidiese de a viva voz, quizá tampoco lo habría al día siguiente.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado