17/01/2018, 14:28
(Última modificación: 17/01/2018, 14:39 por Aotsuki Ayame.)
De repente, un sonido la sobresaltó. Había sido una especie de soplido, un bufido. Y había sonado muy cerca de ella. Sacada de sus pensamientos, Ayame miró a su alrededor, buscando el origen de aquel. Sin embargo, ninguna de las personas que se encontraban en la taberna se había acercado a ella, y desde luego ninguna de ellas le prestaba la más mínima atención. Todas ellas seguían enfrascados en sus botellas, sus alaridos y su embriaguez.
¿Acaso había sido su imaginación?
—¡Eh, niña, aterrriza! ¿Estás aquí con nosotros o qué? ¡Eooooooooo!
Volvían a dirigirse hacia ella, y Ayame miró a un lado. Pero la silla que tenía junto a ella seguía tan vacía como lo había estado desde que se había sentado desde el principio.
Vacía...
Si no contaba...
A la enorme araña que estaba allí sentada, mirándola fijamente con sus múltiples ojillos.
—¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHH!!!
El chillido de la kunoichi acalló de un solo golpe el constante murmullo de la taberna, que quedó sumida de repente en un tenso y quebradizo silencio. Ayame se había levantado de su asiento de repente, y contemplaba con ojos asustados al arácnido. ¿Quién había sido el gracioso que le había colocado aquel animal al lado para asustarla? En realidad no solía sentir miedo por los bichos, pero aquella araña era realmente grande. Sin duda alguna, debía sobrepasar sin ningún tipo de dificultad la amplitud de toda su mano extendida.
A su alrededor, la taberna comenzó a cobrar vida de nuevo. Aunque, en aquella ocasión, no era alegría y gozo lo que expresaba la voz de los parroquianos. Sino miedo e incluso asco.
—¿Qué es eso? ¿Una rata? —se oyó una voz de mujer detrás de la barra.
—¡No, mujer! ¿No ves que sólo es una araña?
—U... ¿unha? ¡Pue' io veo cccccccinco! ¡HIP!
Ayame miró a su alrededor, acongojada. ¿Qué debía hacer? No quería matar al animal, pero era demasiado grande como para echarla fuera. ¿Sería venenosa? ¡Lo último que deseaba era que le clavara aquellos quelíceros si hacía cualquier tipo de movimiento!
Sin embargo, alguien tomó la decisión por ella. El encargado de la taberna dio un fuerte golpe contra la barra del bar.
—¡Maldita sea! ¡¿No estuvo aquí hace poco el jodido fumigador?! ¡Menudo timo de empresa "Los Antikikaichu" estos, se van a enterar cuando les llame! ¡Kari, trae el flusflus!
¿Acaso había sido su imaginación?
—¡Eh, niña, aterrriza! ¿Estás aquí con nosotros o qué? ¡Eooooooooo!
Volvían a dirigirse hacia ella, y Ayame miró a un lado. Pero la silla que tenía junto a ella seguía tan vacía como lo había estado desde que se había sentado desde el principio.
Vacía...
Si no contaba...
A la enorme araña que estaba allí sentada, mirándola fijamente con sus múltiples ojillos.
—¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHH!!!
El chillido de la kunoichi acalló de un solo golpe el constante murmullo de la taberna, que quedó sumida de repente en un tenso y quebradizo silencio. Ayame se había levantado de su asiento de repente, y contemplaba con ojos asustados al arácnido. ¿Quién había sido el gracioso que le había colocado aquel animal al lado para asustarla? En realidad no solía sentir miedo por los bichos, pero aquella araña era realmente grande. Sin duda alguna, debía sobrepasar sin ningún tipo de dificultad la amplitud de toda su mano extendida.
A su alrededor, la taberna comenzó a cobrar vida de nuevo. Aunque, en aquella ocasión, no era alegría y gozo lo que expresaba la voz de los parroquianos. Sino miedo e incluso asco.
—¿Qué es eso? ¿Una rata? —se oyó una voz de mujer detrás de la barra.
—¡No, mujer! ¿No ves que sólo es una araña?
—U... ¿unha? ¡Pue' io veo cccccccinco! ¡HIP!
Ayame miró a su alrededor, acongojada. ¿Qué debía hacer? No quería matar al animal, pero era demasiado grande como para echarla fuera. ¿Sería venenosa? ¡Lo último que deseaba era que le clavara aquellos quelíceros si hacía cualquier tipo de movimiento!
Sin embargo, alguien tomó la decisión por ella. El encargado de la taberna dio un fuerte golpe contra la barra del bar.
—¡Maldita sea! ¡¿No estuvo aquí hace poco el jodido fumigador?! ¡Menudo timo de empresa "Los Antikikaichu" estos, se van a enterar cuando les llame! ¡Kari, trae el flusflus!

![[Imagen: kQqd7V9.png]](https://i.imgur.com/kQqd7V9.png)