20/01/2018, 19:31
El genin esbozó una sonrisa tan radiante como el mismo sol al ser testigo de la forma en la que su inesperado acompañante se veía impregnado del mismo fuego y volición que su propia persona. Se alzó a la carrera, más motivado que antes. Las pocas dudas que albergaba se habían esfumado, llevadas por el viento, al ser consciente de que no estaba solo en aquella empresa.
—¡Así me gusta, allá vamos!
Echó a andar tras la estela de Karamaru. Poco después el referido le quiso devolver a la conversación anterior, la misma que había sido zanjada en sus tiernos inicios por la presencia del ave violeta.
—Ah sí... —musitó— Pues nos conocimos de casualidad. Me topé con él cuando estaba buscando un guía por Tane-Shigai. Quería pasarse por los puntos de interés turístico de la zona y yo me encontraba desocupado en ese momento, así que al ver que se apellidaba Uchiha me presenté voluntario. Nada interesante, la verdad.
—¡Así me gusta, allá vamos!
Echó a andar tras la estela de Karamaru. Poco después el referido le quiso devolver a la conversación anterior, la misma que había sido zanjada en sus tiernos inicios por la presencia del ave violeta.
—Ah sí... —musitó— Pues nos conocimos de casualidad. Me topé con él cuando estaba buscando un guía por Tane-Shigai. Quería pasarse por los puntos de interés turístico de la zona y yo me encontraba desocupado en ese momento, así que al ver que se apellidaba Uchiha me presenté voluntario. Nada interesante, la verdad.