21/01/2018, 01:42
Una cama, una ducha, ropa limpia, un váter al que acudir según las necesidades… No es que fuesen grandes cosas, más bien lo básico, pero tras días encerrada en una cueva mugrienta y fría aquello podría parecer el paraíso.
Llegada la tarde, se produjo otro cambio. Zaide —o el clon de éste—, había logrado cazar una cabra montesa, sustituyendo el ya rutinario pescado por carne a la plancha. Carne tierna y jugosa, al punto, que Zaide se encargó de devorar con las manos y relamer los dedos hasta chupar la última gota de grasa. La kunoichi, sin embargo, no había querido probar ni un bocado. El motivo de semejante huelga de hambre era todavía incomprendido por el Uchiha, que empezaba a sentirse curioso.
A la tarde, tumbado en la cama de al lado y con los ojos cerrados, no pudo evitar poner voz a sus pensamientos.
—¿Por qué ya no comes, huh? —preguntó, sin abrir los ojos. ¿Es que acaso ya había perdido las ganas de vivir? ¿O era…?—. Hasta la noche pasada devorabas cada sardina que cocinaba para ti, y entonces, justo cuando te salvé de ser violada por Kuma… —chasqueó los dedos, y abrió un ojo para observarla—. ¡Oh! ¿Era eso? ¡Querías que Kuma te follase! ¡Por eso estás enfadada! ¿Por no dejarle, cierto? —preguntó, y su cara se iluminó como si ya hubiese resuelto el insoluble misterio.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado