21/01/2018, 02:36
Zaide no pudo evitar esbozar una sonrisa agria ante el silencio de la kunoichi. Sí, lo sabía, no debía bromear sobre aquellas cosas. Era una crueldad innecesaria por su parte. Que lo hiciese en la que había sido su propia casa solo lo volvía peor, mientras ella yacía en la cama en la que una vez había dormido su hermana.
Aquel sitio le evocaba tantos recuerdos… Los mejores de su vida. También los peores. Era un cóctel de añoranza, rabia, nostalgia, rencor, aderezado todo con el mono que tenía por el omoide. Aquella droga apenas creaba dependencia física comparada con otras, pero dependencia psicológica… Ah, aquella era otra historia.
Por eso, necesitaba evadirse, y como no había nadie más en aquella jodida montaña con la que hablar…
—Me das pena, Koko —dijo con voz grave—. Lo de Katame… no debió pasar —inspiró fuertemente, como si quisiese impedir que un moco se le cayese por la nariz—. Pero tu infancia es la que me da verdadera pena —le confesó, mientras abría el ojo izquierdo para mirarla de reojo—. Debió de ser jodida, ¿huh? Sino, no me lo explico. No hiciste huelga de hambre ni parecías tan enfadada cuando descubriste que Katame te violó. Tampoco cuando Kuma trató de hacerlo. Y, desde luego, no te enfadaste conmigo ni estás dejando de comer por haberte secuestrado, sino que lo haces por…
»…que te sentiste ofendida. Insultada —emitió un suspiro de incredulidad—. ¿Tan mal te trataban los Sakamoto? ¿Tanto te humillaron? —preguntó. Recordaba perfectamente el recuerdo que le había visto: el día en que su familia la expulsó fue el más feliz de su vida—. Aceptaste el resto de cosas como te vinieron, pero sentirte menospreciada… eso sí que ya no, ¿huh? ¿Tanto tuviste que tragar para que te importe toda una mierda salvo eso?
»Joder… —suspiró de nuevo—, y yo que pensaba que había tenido una infancia dura.
Elevó la mirada el techo y se acomodó en la cama. No esperaba que Koko contestase, viendo los antecedentes, así que se dedicó a pensar. A repasar todos los detalles que mañana podrían salir mal, y que saldrían mal. Siempre lo hacían. Lo importante era estar preparado mentalmente para afrontar los problemas que surgirían, y sobreponerse.
Aquel sitio le evocaba tantos recuerdos… Los mejores de su vida. También los peores. Era un cóctel de añoranza, rabia, nostalgia, rencor, aderezado todo con el mono que tenía por el omoide. Aquella droga apenas creaba dependencia física comparada con otras, pero dependencia psicológica… Ah, aquella era otra historia.
Por eso, necesitaba evadirse, y como no había nadie más en aquella jodida montaña con la que hablar…
—Me das pena, Koko —dijo con voz grave—. Lo de Katame… no debió pasar —inspiró fuertemente, como si quisiese impedir que un moco se le cayese por la nariz—. Pero tu infancia es la que me da verdadera pena —le confesó, mientras abría el ojo izquierdo para mirarla de reojo—. Debió de ser jodida, ¿huh? Sino, no me lo explico. No hiciste huelga de hambre ni parecías tan enfadada cuando descubriste que Katame te violó. Tampoco cuando Kuma trató de hacerlo. Y, desde luego, no te enfadaste conmigo ni estás dejando de comer por haberte secuestrado, sino que lo haces por…
»…que te sentiste ofendida. Insultada —emitió un suspiro de incredulidad—. ¿Tan mal te trataban los Sakamoto? ¿Tanto te humillaron? —preguntó. Recordaba perfectamente el recuerdo que le había visto: el día en que su familia la expulsó fue el más feliz de su vida—. Aceptaste el resto de cosas como te vinieron, pero sentirte menospreciada… eso sí que ya no, ¿huh? ¿Tanto tuviste que tragar para que te importe toda una mierda salvo eso?
»Joder… —suspiró de nuevo—, y yo que pensaba que había tenido una infancia dura.
Elevó la mirada el techo y se acomodó en la cama. No esperaba que Koko contestase, viendo los antecedentes, así que se dedicó a pensar. A repasar todos los detalles que mañana podrían salir mal, y que saldrían mal. Siempre lo hacían. Lo importante era estar preparado mentalmente para afrontar los problemas que surgirían, y sobreponerse.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado