21/01/2018, 03:35
A medida que Koko iba hablando, una de las cejas de Zaide se iba elevando, y cuando terminó parecía que se le iba a desencajar de la propia cara de lo alta que la tenía.
Yume le había dicho que la familia Sakamoto era… especial. Rarita, por así decirlo, pero nunca se había imaginado que llegaría a tanto. ¿Una hija usada de criada? Si aquello podría hacerle estallar la cabeza a un hombre que no había visto lo que él vio, el motivo lo remataría: simplemente, porque había nacido con pecas.
¿Qué clase de locos desequilibrados hacían eso a una hija? Debían de estar muy enfermos de la cabeza, aunque, en cierto modo, ¿no lo estaban ya todos los ninjas? Zaide bufó, sin decir nada por un rato.
Luego, recuerdos lejanos acudieron a su mente. Recuerdos olvidados. Recuerdos que había querido olvidar. Treinta años habían pasado, pero ahora que volvía a estar allí, casi podía sentirlos. Verlos. Veía a su padre asomándose a la puerta, riéndose de él porque siempre le cazaba mirándose al espejo. Le llamaba un presumido de ciudad, y él se enfadaba como el niño pequeño que era. Veía a su madre, que con una simple mirada suya parecía traspasarle el alma y saber si había hecho algo malo. ¿Qué diría ahora? ¿Qué opinaría si estuviese allí? ¿Si viese el hombre en el que se había convertido?
Nada, porque estaba muerta, como el resto.
—Deberías cenar —masculló, mientras se levantaba. Necesitaba salir de allí por un momento. Necesitaba respirar aire puro. Necesitaba el omoide—, o mañana te arrepentirás de no haberlo hecho.
No dijo ni agregó nada más. Koko oyó un portazo, y no le oyó volver hasta media hora después. Le llegó el olor característico olor de carne a la brasa. Suya era la decisión de comer o no, pero tras la cena, sería envuelta de nuevo por las telas del Nunoshibari no Jutsu. Allí, no había ninguna celda en la que apresarla, y Zaide necesitaba dormir tranquilo sin temor a que Koko escapase…
… o tratase de matarle.
Yume le había dicho que la familia Sakamoto era… especial. Rarita, por así decirlo, pero nunca se había imaginado que llegaría a tanto. ¿Una hija usada de criada? Si aquello podría hacerle estallar la cabeza a un hombre que no había visto lo que él vio, el motivo lo remataría: simplemente, porque había nacido con pecas.
¿Qué clase de locos desequilibrados hacían eso a una hija? Debían de estar muy enfermos de la cabeza, aunque, en cierto modo, ¿no lo estaban ya todos los ninjas? Zaide bufó, sin decir nada por un rato.
Luego, recuerdos lejanos acudieron a su mente. Recuerdos olvidados. Recuerdos que había querido olvidar. Treinta años habían pasado, pero ahora que volvía a estar allí, casi podía sentirlos. Verlos. Veía a su padre asomándose a la puerta, riéndose de él porque siempre le cazaba mirándose al espejo. Le llamaba un presumido de ciudad, y él se enfadaba como el niño pequeño que era. Veía a su madre, que con una simple mirada suya parecía traspasarle el alma y saber si había hecho algo malo. ¿Qué diría ahora? ¿Qué opinaría si estuviese allí? ¿Si viese el hombre en el que se había convertido?
Nada, porque estaba muerta, como el resto.
—Deberías cenar —masculló, mientras se levantaba. Necesitaba salir de allí por un momento. Necesitaba respirar aire puro. Necesitaba el omoide—, o mañana te arrepentirás de no haberlo hecho.
No dijo ni agregó nada más. Koko oyó un portazo, y no le oyó volver hasta media hora después. Le llegó el olor característico olor de carne a la brasa. Suya era la decisión de comer o no, pero tras la cena, sería envuelta de nuevo por las telas del Nunoshibari no Jutsu. Allí, no había ninguna celda en la que apresarla, y Zaide necesitaba dormir tranquilo sin temor a que Koko escapase…
… o tratase de matarle.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado