22/01/2018, 00:55
—¡CALOR MÁS HIJO DE LA GRAN PUTA!— Vociferó a viva voz, mientras en el cielo creía ver a tres buitres por sobre su cabeza. —No, no debería estar en este sitio. No hay forma de que salga de esta— dijo para luego dejarse de cara al suelo, levantando una polvareda de arena en el acto. —Si tan solo, si tan sólo...— Estiró uno de sus brazos, buscando arrastrase hacia un cactus que se difuminaba por el calor, en lo que él creía que era el horizonte. —...Un jodido sorbo, nomas un sorbo...— Suplicaba con sus ya agrietados labios.
—Llegamos hace 15 minutos, deja de hacer drama—. suspiró aquel hombre con los cabellos igual de purpúreos.
El joven Isa levantó la cabeza, mirando a su padre. —Argg, lo que digas— E inmediatamente se levantó de un brinco, sacudiéndose de paso el polvo del piso. —¿Y bien?, ¿cuál es tu plan ahora?— Cruzó los brazos.
—¿No lo has descubierto aún? Hay tres cosas que debemos corregir de ti, pues no sólo debemos reforzar tus fortalezas sino cubrir tus debilidades. He ahí el motivo del que hayamos venido hasta aquí—. estiró los brazos, queriendo mostrar la magnificencia del desierto.
—Adivinaré, ya tienes planeada otra de tus pruebas de mierda para que me haga supuestamente más fuerte. ¿Qué será ahora, me dejarás en la miseria sin agua mientras sobrevivo a este horrible calor de día y al frió demoníaco de la noche?
—¿De verdad crees que soy tan poco creativo cómo para hacer eso? ¡Tengo algo mucho peor preparado esta vez!— jactose a carcajadas.
No había cosa que aterrase más al tuerto, que la risa triunfante del jounin. No pudo reaccionar de otra manera que no fuera con un escalofrío a través de la espalda.
Así, padre e hijo siguieron su camino a través de la enorme caja de arena, hasta que la noche sin nubes cubrió el firmamento. En esos momentos, Kagetsuna trataba de evitar pensar en el escabroso plan que tendría tramado su progenitor, por lo que le costó muchísimo dormirse. No fue sino hasta la mañana siguiente, que lo supo. Salió de la carpa de campaña que habían llevado, y se percató que le habían dejado sólo. "Predecible" Más todos los demás suministros estaban disponibles para él.
Un quinqué de aceite, la propia carpa, una mochila con comida suficiente para una semana. Sin embargo, notó que las cosas iban muy mal cuando al revisar el equipaje se percató que faltaba el elemento más importante. "No, no puede ser tan cabrón..." No había mapa. "...o quizás sí."
"Estoy muerto." Se dijo para luego dar un largo suspiro. Pensando en lo tortuoso que iban a ser sus próximos días, se disponía a sacar uno de los pergaminos de su portaobjetos con el afán de sellar todos los objetos y no tener que cargarlos. Sin embargo, dentro del mismo no había nada. "¿Pero qué? Bueno al menos tengo..." Y al verse las manos, también se percató que las marcas de sello no estaban. "ME LLEVA LA QUE ME TRAJO" Incluso su bandana ninja le había sido arrebatada, por lo que no disponía de ningún instrumento más que los otorgados.
No se molestó en pensar cómo lo había hecho, pero eso no le impedía maldecir a su genealogía. Guardó todo lo necesario y empezó a caminar, con un rumbo desconocido. "Si él sol está a la izquierda, el norte es por aquí y... ¡UNA MIERDA!" Se llevó las manos a la cabeza, agitándose el cabello y despeinándose. —¡ESTOY EN LA PUTA NADA!— Pensaba que no le servía de nada saber los puntos cardinales sin tener un rumbo qué seguir o buscar.
No había experimentado una sensación real de desesperación real en mucho tiempo, más aún, sin saber exactamente que hacer.
Fue así que el genin vagó durante una hora y media hasta que la temperatura y el peso de la carga le hicieron cansarse pese a que no estaba realizando un esfuerzo demasiado grande. "Aún no hace demasiado calor, pero en cuanto llegue el medio día estaré frito." Tenía que encontrar un refugio lo más rápido posible, pero lo más cercano a eso que encontró fue una formación rocosa de unos 4 metros. No cubría mucho, pero tenía la suficiente inclinación para generar una sombra en la cuál refugiarse. Tal, que ni lento ni perezoso el de cabellos bicolor corrió con sus últimas fuerzas hasta la roca, recostándose bajo su abrigo mientras sacaba una cantimplora con agua. "Huh, casi extraño la lluvia, casi."
—Llegamos hace 15 minutos, deja de hacer drama—. suspiró aquel hombre con los cabellos igual de purpúreos.
El joven Isa levantó la cabeza, mirando a su padre. —Argg, lo que digas— E inmediatamente se levantó de un brinco, sacudiéndose de paso el polvo del piso. —¿Y bien?, ¿cuál es tu plan ahora?— Cruzó los brazos.
—¿No lo has descubierto aún? Hay tres cosas que debemos corregir de ti, pues no sólo debemos reforzar tus fortalezas sino cubrir tus debilidades. He ahí el motivo del que hayamos venido hasta aquí—. estiró los brazos, queriendo mostrar la magnificencia del desierto.
—Adivinaré, ya tienes planeada otra de tus pruebas de mierda para que me haga supuestamente más fuerte. ¿Qué será ahora, me dejarás en la miseria sin agua mientras sobrevivo a este horrible calor de día y al frió demoníaco de la noche?
—¿De verdad crees que soy tan poco creativo cómo para hacer eso? ¡Tengo algo mucho peor preparado esta vez!— jactose a carcajadas.
No había cosa que aterrase más al tuerto, que la risa triunfante del jounin. No pudo reaccionar de otra manera que no fuera con un escalofrío a través de la espalda.
Así, padre e hijo siguieron su camino a través de la enorme caja de arena, hasta que la noche sin nubes cubrió el firmamento. En esos momentos, Kagetsuna trataba de evitar pensar en el escabroso plan que tendría tramado su progenitor, por lo que le costó muchísimo dormirse. No fue sino hasta la mañana siguiente, que lo supo. Salió de la carpa de campaña que habían llevado, y se percató que le habían dejado sólo. "Predecible" Más todos los demás suministros estaban disponibles para él.
Un quinqué de aceite, la propia carpa, una mochila con comida suficiente para una semana. Sin embargo, notó que las cosas iban muy mal cuando al revisar el equipaje se percató que faltaba el elemento más importante. "No, no puede ser tan cabrón..." No había mapa. "...o quizás sí."
"Estoy muerto." Se dijo para luego dar un largo suspiro. Pensando en lo tortuoso que iban a ser sus próximos días, se disponía a sacar uno de los pergaminos de su portaobjetos con el afán de sellar todos los objetos y no tener que cargarlos. Sin embargo, dentro del mismo no había nada. "¿Pero qué? Bueno al menos tengo..." Y al verse las manos, también se percató que las marcas de sello no estaban. "ME LLEVA LA QUE ME TRAJO" Incluso su bandana ninja le había sido arrebatada, por lo que no disponía de ningún instrumento más que los otorgados.
No se molestó en pensar cómo lo había hecho, pero eso no le impedía maldecir a su genealogía. Guardó todo lo necesario y empezó a caminar, con un rumbo desconocido. "Si él sol está a la izquierda, el norte es por aquí y... ¡UNA MIERDA!" Se llevó las manos a la cabeza, agitándose el cabello y despeinándose. —¡ESTOY EN LA PUTA NADA!— Pensaba que no le servía de nada saber los puntos cardinales sin tener un rumbo qué seguir o buscar.
No había experimentado una sensación real de desesperación real en mucho tiempo, más aún, sin saber exactamente que hacer.
Fue así que el genin vagó durante una hora y media hasta que la temperatura y el peso de la carga le hicieron cansarse pese a que no estaba realizando un esfuerzo demasiado grande. "Aún no hace demasiado calor, pero en cuanto llegue el medio día estaré frito." Tenía que encontrar un refugio lo más rápido posible, pero lo más cercano a eso que encontró fue una formación rocosa de unos 4 metros. No cubría mucho, pero tenía la suficiente inclinación para generar una sombra en la cuál refugiarse. Tal, que ni lento ni perezoso el de cabellos bicolor corrió con sus últimas fuerzas hasta la roca, recostándose bajo su abrigo mientras sacaba una cantimplora con agua. "Huh, casi extraño la lluvia, casi."