23/01/2018, 22:04
—No me fio de tu palabra chico, estoy seguro de que llevas haciendo trampas todo el rato.
Como si me importara lo más mínimo que se fiara o no se fiara de mi palabra. El sería muy grande, y un poco intimidante, pero no era más que un ciudadano de a pie, y yo un shinobi entrenado. Él podría haber entrenado con peleas callejera y discusiones de bar que acaban mal, pero a mí me habían entrenado para la batalla, para matar hombres.
—Si estas tan seguro, demuéstralo.
Lo único que hizo fue emitir un gruñido. No podía demostrar nada porque no había nada que demostrar. Observando a los hombres jugar durante varias noches, yo no solo me había aprendido las reglas del juego, sino que además había aprendido a ganar. Pero viendo su comportamiento de descerebrado, tampoco es que hicieran falta trampas para ganarle.
—De todos modos, tampoco hay que ser muy bueno para ganarte, además, llevas perdiendo todas y cada una de tus partidas desde hace dos días, y no solo contra mí, ¿También te hacían trampa ellos?
De nuevo un gruñido y una mueca de furia en su rostro. Sabía que tenía razón, él lo sabía, pero se negaba a admitirlo. Se había puesto así solo porque yo era un niño, se pensaba que solo por ser menor y más pequeño, iba a conseguir intimidarme y así, esconder lo malo que era jugando a las cartas. Probablemente, quería tener una excusa que darle a su mujer, cuando esta le preguntara porque se gastaba el dinero en juegos de cartas.
Como si me importara lo más mínimo que se fiara o no se fiara de mi palabra. El sería muy grande, y un poco intimidante, pero no era más que un ciudadano de a pie, y yo un shinobi entrenado. Él podría haber entrenado con peleas callejera y discusiones de bar que acaban mal, pero a mí me habían entrenado para la batalla, para matar hombres.
—Si estas tan seguro, demuéstralo.
Lo único que hizo fue emitir un gruñido. No podía demostrar nada porque no había nada que demostrar. Observando a los hombres jugar durante varias noches, yo no solo me había aprendido las reglas del juego, sino que además había aprendido a ganar. Pero viendo su comportamiento de descerebrado, tampoco es que hicieran falta trampas para ganarle.
—De todos modos, tampoco hay que ser muy bueno para ganarte, además, llevas perdiendo todas y cada una de tus partidas desde hace dos días, y no solo contra mí, ¿También te hacían trampa ellos?
De nuevo un gruñido y una mueca de furia en su rostro. Sabía que tenía razón, él lo sabía, pero se negaba a admitirlo. Se había puesto así solo porque yo era un niño, se pensaba que solo por ser menor y más pequeño, iba a conseguir intimidarme y así, esconder lo malo que era jugando a las cartas. Probablemente, quería tener una excusa que darle a su mujer, cuando esta le preguntara porque se gastaba el dinero en juegos de cartas.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)