23/01/2018, 22:09
Ralexion prestó especial atención al arrebato de su acompañante, su mirada fija sobre el referido. Consideró lo que Karamaru le dijo, pero finalmente terminó ladeando el rostro de un lado a otro varias veces, llevando a cabo un gesto de negación con una sonrisa en sus labios.
—¿Nosotros, descendientes de Ridukō? Si un tercio de las leyendas sobre él son ciertas, lo dudo mucho —desestimó la pregunta con contundencia.
No le cabía en su diminuta cabeza que una figura legendaria como aquella tuviese algo que ver con los Uchiha, independientemente del temor que el Sharingan engendraba en la mayoría de habitantes de Ōnindo. ¡Pobre ignorante, que menospreciaba sus propias raíces! Si su nivel de culturización fuera mayor le habría dado una respuesta muy distinta al calvo.
—¿Cuánto crees que nos faltará hasta alcanzar la cima? —comentó poco después, echándole un buen vistazo al risco que quedaba por encima de las nubes.
Su aliento se iba agotando, lenta pero inexorablemente. No tardaría en necesitar otro descansillo de cinco minutos.
—¿Nosotros, descendientes de Ridukō? Si un tercio de las leyendas sobre él son ciertas, lo dudo mucho —desestimó la pregunta con contundencia.
No le cabía en su diminuta cabeza que una figura legendaria como aquella tuviese algo que ver con los Uchiha, independientemente del temor que el Sharingan engendraba en la mayoría de habitantes de Ōnindo. ¡Pobre ignorante, que menospreciaba sus propias raíces! Si su nivel de culturización fuera mayor le habría dado una respuesta muy distinta al calvo.
—¿Cuánto crees que nos faltará hasta alcanzar la cima? —comentó poco después, echándole un buen vistazo al risco que quedaba por encima de las nubes.
Su aliento se iba agotando, lenta pero inexorablemente. No tardaría en necesitar otro descansillo de cinco minutos.