24/01/2018, 02:35
El Uchiha rió una vez más por puro nerviosismo. «¡En menuda nos he metido por mi torpeza!», se recriminó a sí mismo; no obstante, su actitud seguía siendo jovial. Al igual que el calvo se estaba tomando el asunto a risa en tal de no llorar. Un error lo podía tener cualquiera, al fin y al cabo. Una auténtica pena que deslices así en una profesión como la que se había visto obligado a ostentar podían costarle a uno la vida.
—¡Se me acaba de ocurrir una cosa! —afirmó, triunfador— ¡Esta vez gana la montaña, pero la voluntad del hombre es indomable! ¿Qué me dices si acordamos volver a intentar subir de aquí a un tiempo, cuando seamos más fuertes? ¿Medio año, por ejemplo?
Explicó con entusiasmo. Le parecía una buena meta con la que alimentar su entrenamiento —además, se aseguraría de avituallarse correctamente cuando la próxima ocasión arribase—.
—¡Se me acaba de ocurrir una cosa! —afirmó, triunfador— ¡Esta vez gana la montaña, pero la voluntad del hombre es indomable! ¿Qué me dices si acordamos volver a intentar subir de aquí a un tiempo, cuando seamos más fuertes? ¿Medio año, por ejemplo?
Explicó con entusiasmo. Le parecía una buena meta con la que alimentar su entrenamiento —además, se aseguraría de avituallarse correctamente cuando la próxima ocasión arribase—.