26/01/2018, 08:42
Tenía que aceptar que había descansado muy bien aquella noche, a pesar de estar en medio de un viaje para rescatar a una de sus tantas hermanas. ¿Será que está tranquila justamente porque tiene otras tantas hermanas? Tal vez Nagisa esté pensando que mucho no pierde si Koko desaparece por el resto de su existencia… o tal vez simplemente aquella es su naturaleza.
Esta vez en el país de la Tierra, la chuunin prefirió manejarse a pie y no depender de ninguno de los cocodrilos que podría invocar, después de todo aquellos terrenos le dificultaría al animal moverse y perdería muchísimo tiempo.
Tristemente ahora padecía nuevamente la falta de preparativos para emprender el viaje. No se había llevado nada más que dinero y lo que llevaba encima en el momento, así que no tenía nada de abrigo y de no ser por el genin que la acompañó hasta la Ribera también hubiese pasado fatal la noche.
Para empeorar las cosas, todavía le quedaba pasar una noche más, sin nada a su alcance para abrigarse más que una hoguera que logró encender. Y ahora que estaba sufriendo de aquello se lamentaba de no haberle pedido la bolsa de dormir a Datsue, al menos se habría podido abrigar por aquella noche.
La Kageyama se pasó vaya uno a saber cuánto tiempo envuelta en telas, hasta que finalmente fue liberada en un lugar completamente distinto, dejándole con ello una pequeña pero muy importante duda. «¿Por qué no me hace caminar? Sería más fácil que cargarme todo el camino »Pensaba incapaz de dar con una respuesta convincente.
Se sentía algo torpe y desorientada, así que tardó un poco en reaccionar al ofrecimiento del agua pero al final tomaría la botella y daría un largo trago antes de plantearse el responder algo al Uchiha.
—Bastante, al menos dejarán de envolverme a cada noche —dijo de mal humor.
No le agradaba eso de ser sellada cada noche, menos el verse obligada a usar ropa que no es suya, no poder asearse seguido y también los dolores y malestares que sentía por tanto tiempo viviendo en tan malas condiciones.
—¿Y cuánto tiempo me tuvieron encerrada? —preguntó devolviendo la botella al fin.
Esta vez en el país de la Tierra, la chuunin prefirió manejarse a pie y no depender de ninguno de los cocodrilos que podría invocar, después de todo aquellos terrenos le dificultaría al animal moverse y perdería muchísimo tiempo.
Tristemente ahora padecía nuevamente la falta de preparativos para emprender el viaje. No se había llevado nada más que dinero y lo que llevaba encima en el momento, así que no tenía nada de abrigo y de no ser por el genin que la acompañó hasta la Ribera también hubiese pasado fatal la noche.
Para empeorar las cosas, todavía le quedaba pasar una noche más, sin nada a su alcance para abrigarse más que una hoguera que logró encender. Y ahora que estaba sufriendo de aquello se lamentaba de no haberle pedido la bolsa de dormir a Datsue, al menos se habría podido abrigar por aquella noche.
La Kageyama se pasó vaya uno a saber cuánto tiempo envuelta en telas, hasta que finalmente fue liberada en un lugar completamente distinto, dejándole con ello una pequeña pero muy importante duda. «¿Por qué no me hace caminar? Sería más fácil que cargarme todo el camino »Pensaba incapaz de dar con una respuesta convincente.
Se sentía algo torpe y desorientada, así que tardó un poco en reaccionar al ofrecimiento del agua pero al final tomaría la botella y daría un largo trago antes de plantearse el responder algo al Uchiha.
—Bastante, al menos dejarán de envolverme a cada noche —dijo de mal humor.
No le agradaba eso de ser sellada cada noche, menos el verse obligada a usar ropa que no es suya, no poder asearse seguido y también los dolores y malestares que sentía por tanto tiempo viviendo en tan malas condiciones.
—¿Y cuánto tiempo me tuvieron encerrada? —preguntó devolviendo la botella al fin.