26/01/2018, 09:56
« Qué problemático » Este pensamiento fue el primero que invadió la mente de Shikanori cuando abrió los ojos. Madrugar le costaba demasiado. Cada mañana, desde que entró en la academia ninja hasta que se graduó, esas dos palabras cruzaron su mente al despertar. Y aunque ese día no iría a estudiar, sino a encontrarse con quienes se convertirían en sus compañeros de equipo, no fue la excepción. Mientras se incorporaba sobre la cama, estiraba sus brazos y bostezaba, se torturaba una vez más imaginando cuántas horas hubiese podido dormir si él dependiera e imaginaba todos los posibles problemas con los que podría llegar a lidiar. Solo después de soltar un largo y profundo suspiro fue capaz de levantarse.
Una vez que se arregló, buscó prepararse un desayuno sencillo y rápido. Lo comió mientras terminaba de leer un libro. Cuando lo devoró todo, abandonó la mesa y se dirigió hacia la puerta. - Ya me voy. Hasta luego - Se despidió de sus padres desde el umbral y luego salió a la calle. Era un día más de lluvia en Amegakure, así que ni bien puso un pie fuera de su casa, abrió el paraguas. Caminó en dirección a la Torre Academia. Lo hizo con una calma imperturtable. Para eso se había tomado la molestia de madrugar, para ir tranquilo en vez de correr por el temor de llegar tarde. « Sería problemático resbalarme y terminar con mi trasero tan adolorido como mojado »
Creyó que había llegado a la Torre demasiado temprano y que podía darse el lujo de hacer algo de tiempo, así que se quedó afuera, recargado contra la pared y bostezando sin cesar. El sueño lo vencía. Sus parpados se tornaban pesados, le era difícil mantener los ojos abiertos. De pronto ocurrían breves momentos de inconsciencia, de los cuales regresaba cuando sentía que su cabeza caía violentamente y que el mentón golpearía contra el pecho. Sin embargo, hubo una oportunidad en la cual no regresó. Shikanori se durmió de pie. « Zzz... Zzz... Zzz... » Su brillante mente contempló distintas situaciones problemáticas, pero perder ante el sueño no fue una de ellas. Ahora solo restaba esperar y ver cuales serían las consecuencias de su descuido.
Una vez que se arregló, buscó prepararse un desayuno sencillo y rápido. Lo comió mientras terminaba de leer un libro. Cuando lo devoró todo, abandonó la mesa y se dirigió hacia la puerta. - Ya me voy. Hasta luego - Se despidió de sus padres desde el umbral y luego salió a la calle. Era un día más de lluvia en Amegakure, así que ni bien puso un pie fuera de su casa, abrió el paraguas. Caminó en dirección a la Torre Academia. Lo hizo con una calma imperturtable. Para eso se había tomado la molestia de madrugar, para ir tranquilo en vez de correr por el temor de llegar tarde. « Sería problemático resbalarme y terminar con mi trasero tan adolorido como mojado »
Creyó que había llegado a la Torre demasiado temprano y que podía darse el lujo de hacer algo de tiempo, así que se quedó afuera, recargado contra la pared y bostezando sin cesar. El sueño lo vencía. Sus parpados se tornaban pesados, le era difícil mantener los ojos abiertos. De pronto ocurrían breves momentos de inconsciencia, de los cuales regresaba cuando sentía que su cabeza caía violentamente y que el mentón golpearía contra el pecho. Sin embargo, hubo una oportunidad en la cual no regresó. Shikanori se durmió de pie. « Zzz... Zzz... Zzz... » Su brillante mente contempló distintas situaciones problemáticas, pero perder ante el sueño no fue una de ellas. Ahora solo restaba esperar y ver cuales serían las consecuencias de su descuido.