26/01/2018, 23:38
—Uhhh...— Se llevo la mano a la sien, pues aún sentía fatiga. —Ando, regular. Sólo estoy algo adormecido, es todo.— En su estado actual no estaba en posición de actuar descortés cómo era habitual, además que tampoco tenía energías para ellos. "¿Cuanto me dormí?" Bastante para que alguien más llegara a ese lugar sin que el se percatara.
"¿Perro guardián?" Se le quedó viendo al perro, pero luego desvió la mirada para que no pensará mal su interlocutor.
—Yo, yo me llamo Kagetsuna y soy...— Se detuvo un instante al recordar que no llevaba su placa. —Agh, sé que sin la bandana no lo puedo probar, pero soy un shinobi de Amegakure— Tras hablar trató de reacomodarse, para sentarse con las piernas cruzadas. —Es qué, arrrrg— No quería revelar su situación, pero para que fuera creíble debía hacerlo. —Se supone que ando a mitad de un entrenamiento y pues, aparentemente parte de ello incluye no traer mi equipo ninja. Esa es la verdad.— No estaba para nada cómodo.
Mientras tanto, la masa de arena avanzaba a todo velocidad hasta su posición. El viento empezaba a soplar con mayor fuerza y el cielo comenzaba a ennegrecerse poco a poco, anunciando lo que se venía con sonoro augurio.
—¿Qué haces en este lugar? Digo, sé que yo estoy en medio de la nada, pero justamente por eso no esperaba encontrar a nadie más por aquí.
"¿Perro guardián?" Se le quedó viendo al perro, pero luego desvió la mirada para que no pensará mal su interlocutor.
—Yo, yo me llamo Kagetsuna y soy...— Se detuvo un instante al recordar que no llevaba su placa. —Agh, sé que sin la bandana no lo puedo probar, pero soy un shinobi de Amegakure— Tras hablar trató de reacomodarse, para sentarse con las piernas cruzadas. —Es qué, arrrrg— No quería revelar su situación, pero para que fuera creíble debía hacerlo. —Se supone que ando a mitad de un entrenamiento y pues, aparentemente parte de ello incluye no traer mi equipo ninja. Esa es la verdad.— No estaba para nada cómodo.
Mientras tanto, la masa de arena avanzaba a todo velocidad hasta su posición. El viento empezaba a soplar con mayor fuerza y el cielo comenzaba a ennegrecerse poco a poco, anunciando lo que se venía con sonoro augurio.
—¿Qué haces en este lugar? Digo, sé que yo estoy en medio de la nada, pero justamente por eso no esperaba encontrar a nadie más por aquí.