30/01/2018, 04:42
Nagisa siquiera se inmutó ante aquel hombre que la analizaba con la mirada. Daba igual si era de forma analítica o lujuriosa, ella estaba allí para llevarse a su hermana y con algo de suerte olvidarse completamente de la existencia de aquel individuo que no satisfacía los estándares que ella tenía.
—Diez mil ryōs en efectivo —dijo alzando una bolsa algo robusta—. Imagino no tendrás problemas en mostrarme que esa es en efecto, mi querida hermana —añadió, acompañando a sus palabras con un ligero gesto de la mano libre con el que básicamente señaló a la fémina de rodillas.
A diferencia del Uchiha, ella no tenía absolutamente nada preparado, confiaba en que aquel desconocido llevaría aquel trato de la manera más tranquila posible sin necesidad de recurrir a violencia ni similares.
—Diez mil ryōs en efectivo —dijo alzando una bolsa algo robusta—. Imagino no tendrás problemas en mostrarme que esa es en efecto, mi querida hermana —añadió, acompañando a sus palabras con un ligero gesto de la mano libre con el que básicamente señaló a la fémina de rodillas.
A diferencia del Uchiha, ella no tenía absolutamente nada preparado, confiaba en que aquel desconocido llevaría aquel trato de la manera más tranquila posible sin necesidad de recurrir a violencia ni similares.