31/01/2018, 01:56
Al fin estaba en frente a la herrería que tanto había buscado, su cuerpo se había acostumbrado ya al crudo invierno Amegakurense, que cuando entro y sintió el calor de las forjas le hizo sentir mareada.
Habia gente trabajando, los clásicos hombres forzudos cargando cosas de aquí para allá mientras la kunoichi, por su parte, esquivaba mientras avanzaba en el caluroso lugar. Un cincuentón le sonrió desde detrás de un mostrador, y saludó con la mano intentando hacerse ver entre tantos empleados.
—¡Eh, hola, hola! —gritó—. ¿¡Qué deseas!?
-Hola señor! Estoy buscando al señor Yamauchi. es por una espada llamada "Escarlata"- respondió al hombre que le había llamado para atenderla
Habia gente trabajando, los clásicos hombres forzudos cargando cosas de aquí para allá mientras la kunoichi, por su parte, esquivaba mientras avanzaba en el caluroso lugar. Un cincuentón le sonrió desde detrás de un mostrador, y saludó con la mano intentando hacerse ver entre tantos empleados.
—¡Eh, hola, hola! —gritó—. ¿¡Qué deseas!?
-Hola señor! Estoy buscando al señor Yamauchi. es por una espada llamada "Escarlata"- respondió al hombre que le había llamado para atenderla
Hablo - Pienso - Telepatía