3/02/2018, 19:14
—¡Menudo susto me has dado, capullo! —espetó ella, reaccionando tal y como Kaido se lo esperaba. Más que acostumbrado estaba a generar ese tipo de recibimientos, y no es que le importase en lo absoluto—. Deberías tratar con más gentileza a las damas.
Gentileza.
No era uno de sus fuertes, ni mucho menos. De hecho, le había costado horrores increpar a la mujer con tanta decencia, teniendo en cuenta su ya asidua socarronería. Pero ésta vez, si quería mantenerse en el papel, no podía añadir más leña al fuego. Con su inusual apariencia era suficiente.
—Pues sí. ¿No es genial? Quiero decir, sé que en principio solo es un trabajo temporal, para cubrir las fiestas. ¡¿Pero y si le gustamos?! ¡¿Y si nos contratan indefinidamente?! —y mientras hablaba, Kaido no podía parar de maquinar cosas. Como que, tal y como lo hacía él, ella también estaba fingiendo. Jugando un papel. Porque las casualidades no eran algo muy asiduo en las labores de un ninja—. Imagínate… trabajar junto al mayor chef de Oonindo…
Entonces, se la abrió una oportunidad. Ínfima, pero oportunidad al fin.
»Oh, y soy Kila, por cierto.
La mano del tiburón —su derecha, vestida con aquel brazalete— se alzó parsimoniosa frente a Kila. Quería que la viera, aunque en principio se tratase de un simple saludo. De una cordial presentación.
Sus ojos de tiburón, sin embargo, no abandonarían el rostro de ella mientras trataba de estrechar su mano.
—Shirosame. Un placer —dijo, casual—. pues, primero tendrás que lidiar con la docena de postulantes que están primero que nosotros. No creo que haya muchas vacantes, así que... tenemos algo de competencia. Pero así es más divertido, ¿no crees?
Gentileza.
No era uno de sus fuertes, ni mucho menos. De hecho, le había costado horrores increpar a la mujer con tanta decencia, teniendo en cuenta su ya asidua socarronería. Pero ésta vez, si quería mantenerse en el papel, no podía añadir más leña al fuego. Con su inusual apariencia era suficiente.
—Pues sí. ¿No es genial? Quiero decir, sé que en principio solo es un trabajo temporal, para cubrir las fiestas. ¡¿Pero y si le gustamos?! ¡¿Y si nos contratan indefinidamente?! —y mientras hablaba, Kaido no podía parar de maquinar cosas. Como que, tal y como lo hacía él, ella también estaba fingiendo. Jugando un papel. Porque las casualidades no eran algo muy asiduo en las labores de un ninja—. Imagínate… trabajar junto al mayor chef de Oonindo…
Entonces, se la abrió una oportunidad. Ínfima, pero oportunidad al fin.
»Oh, y soy Kila, por cierto.
La mano del tiburón —su derecha, vestida con aquel brazalete— se alzó parsimoniosa frente a Kila. Quería que la viera, aunque en principio se tratase de un simple saludo. De una cordial presentación.
Sus ojos de tiburón, sin embargo, no abandonarían el rostro de ella mientras trataba de estrechar su mano.
—Shirosame. Un placer —dijo, casual—. pues, primero tendrás que lidiar con la docena de postulantes que están primero que nosotros. No creo que haya muchas vacantes, así que... tenemos algo de competencia. Pero así es más divertido, ¿no crees?