4/02/2018, 19:58
Bueno, Jitsuna tendría que admitir que Shirosame puntuó fortísimo en el último tramo de la prueba. Por poco y no iguala a Kila, lo que por sí sólo ya era suficiente mérito. Pero, lejos de terminar, aquello apenas había comenzado.
Jitsuna pasó la batuta a su señor, Kano, y éste volvió a inquerir a los participantes con su típico gesto. Bam bam, bam apurando al ganado y convirtiendo de aquella entrevista de trabajo en algo muy parecido a un campamento militar. Por suerte, Kaido estaba bastante acostumbrado a trabajar bajo presión, y esperaba poder salir airoso de lo que estaba por venir.
Que, no podía ser otra cosa sino cócteles.
Entonces pensó, como un no muy asiduo bebedor; ¿qué mierda iba él a preparar? ¿qué sabores irían bien con cuál tipo de alcohol?
Entonces pensó en el Terciopelo de Tormenta. Terciopelo de Tormenta era un cóctel típico de Arashi no Kuni hecho a base de cerveza. Que, combinado junto al champagne más espumoso de Amegakure, se convertía en un delicioso y traicionero trago que pasaba bien desapercibido al paladar. Tan sólo tendría que encontrar los ingredientes correctos, y...
«Bien, aquí está lo que necesito. Entonces, sesenta porciento de cerveza artesanal» —se dijo, mientras vertía el licor elegido en un enorme jarrón rústico de vidrio—. «treinta de champagne y diez de jugo de limón. Al tope. Y si mal no recuerdo, éste tío de los Kunais cruzados le ponía tres hojas de menta. Y mezclaba»
El escualo mezcló con una cucharilla, sin hacer de la cerveza un mejunje. Se le quedó viendo un ratillo al jarrón y luego llamó a Kano para ser evaluado. Y también para evaluar él a Kano, y ver si estaba al tanto ya de quién cojones era él.
—Le presento un vaso de Terciopelo de Tormenta. Una combinación de cerveza y champagne, cuyo nombre está inspirado en el clima de mi país —en el vaso existía un claro contraste entre ambos licores, y es que el fondo de la jarra tenía un color oro claro mientras que en el tope, se había convertido en un negro oscuro—.pruébelo, no vaya a ser que algún listillo se lo afane.
Afanar era un adjetivo muy poco común, que servía como sinónimo de robar. Esperaba que Shenfu Kano fuera lo suficientemente culto como para conocer aquella palabra, que el escualo no conocía por ser el tipo más estudioso de todos, sino que se la había escuchado a un tipo durante su paso por el País del Viento.
Jitsuna pasó la batuta a su señor, Kano, y éste volvió a inquerir a los participantes con su típico gesto. Bam bam, bam apurando al ganado y convirtiendo de aquella entrevista de trabajo en algo muy parecido a un campamento militar. Por suerte, Kaido estaba bastante acostumbrado a trabajar bajo presión, y esperaba poder salir airoso de lo que estaba por venir.
Que, no podía ser otra cosa sino cócteles.
Entonces pensó, como un no muy asiduo bebedor; ¿qué mierda iba él a preparar? ¿qué sabores irían bien con cuál tipo de alcohol?
Entonces pensó en el Terciopelo de Tormenta. Terciopelo de Tormenta era un cóctel típico de Arashi no Kuni hecho a base de cerveza. Que, combinado junto al champagne más espumoso de Amegakure, se convertía en un delicioso y traicionero trago que pasaba bien desapercibido al paladar. Tan sólo tendría que encontrar los ingredientes correctos, y...
«Bien, aquí está lo que necesito. Entonces, sesenta porciento de cerveza artesanal» —se dijo, mientras vertía el licor elegido en un enorme jarrón rústico de vidrio—. «treinta de champagne y diez de jugo de limón. Al tope. Y si mal no recuerdo, éste tío de los Kunais cruzados le ponía tres hojas de menta. Y mezclaba»
El escualo mezcló con una cucharilla, sin hacer de la cerveza un mejunje. Se le quedó viendo un ratillo al jarrón y luego llamó a Kano para ser evaluado. Y también para evaluar él a Kano, y ver si estaba al tanto ya de quién cojones era él.
—Le presento un vaso de Terciopelo de Tormenta. Una combinación de cerveza y champagne, cuyo nombre está inspirado en el clima de mi país —en el vaso existía un claro contraste entre ambos licores, y es que el fondo de la jarra tenía un color oro claro mientras que en el tope, se había convertido en un negro oscuro—.pruébelo, no vaya a ser que algún listillo se lo afane.
Afanar era un adjetivo muy poco común, que servía como sinónimo de robar. Esperaba que Shenfu Kano fuera lo suficientemente culto como para conocer aquella palabra, que el escualo no conocía por ser el tipo más estudioso de todos, sino que se la había escuchado a un tipo durante su paso por el País del Viento.