6/02/2018, 02:59
Había logrado zafarse, logrando también recuperar su katana grande en el proceso. El ardido quiso acercarse a él nuevamente, pero su compañero de mesa le detuvo. "Meh, este tipo es un aburrido. ¿Y por qué esta gente es tan insípida? No es divertido armar una pelea sin gritos ni vitoreos. ¡Ni siquiera han venido los encargados del local! ¿Acaso tendrá que ver el clima con el carácter de la gente? Vaya taberna resultó ser esta." Esperaba armar un gran alboroto, pero no estaba resultando cómo él quería. Incluso el otro sujeto sugirió la idea de darse de madrazos fuera de la posada para evitar ser expulsados. "Un minuto. ¡Eso es! Si me expulsan de acá, tendré pretexto para escaparme del entrenamiento de papá y largarme a otro hostal del pueblo. Humm, tarde o temprano me encontrará, pero mientras me libre un rato de él, todo perfecto." A veces sus locas ideas cruzaban el límite de lo ridículo.
—¿Afuera? Ni que fuéramos niños de colegio— se burló, pero manteniendo una pose de guardia. —Me da bastante igual lo que pienses— Le restó importancia al intento de provocación de su contrario. —¿Y si mejor me persigues un rato dentro del local mientras brinco en las mesas? Así al que echan fuera es a mí y tú te quedas tranquilo, ¿te parece?—. de que podía pelear, podía, pero tampoco iba a darle una paliza a un civil desarmado.
Sin embargo el pelimorado no se había percatado de que el pelimorado mayor acababa de entrar al lugar por la puerta delantera. Kagekatsu se quedó viendo el borchorno un rato, bostezó, y siguió su camino para las habitaciones del piso superior cómo si fuese cualquier otro desconocido.
—¿Afuera? Ni que fuéramos niños de colegio— se burló, pero manteniendo una pose de guardia. —Me da bastante igual lo que pienses— Le restó importancia al intento de provocación de su contrario. —¿Y si mejor me persigues un rato dentro del local mientras brinco en las mesas? Así al que echan fuera es a mí y tú te quedas tranquilo, ¿te parece?—. de que podía pelear, podía, pero tampoco iba a darle una paliza a un civil desarmado.
Sin embargo el pelimorado no se había percatado de que el pelimorado mayor acababa de entrar al lugar por la puerta delantera. Kagekatsu se quedó viendo el borchorno un rato, bostezó, y siguió su camino para las habitaciones del piso superior cómo si fuese cualquier otro desconocido.