7/02/2018, 00:09
Se me habían quitado todas las ganas y el interés por estar en aquel lugar. No me gustaban las peleas sin sentido, y esa era una de ellas. ¿Por qué narices tenia que meter aquel idiota el hocico en mis asuntos? ¿Por qué tenía que llevar al limite su bravuconería? ¿Qué ganaba con enfadar mas y mas al grandullon? No era divertido, ni entretenido. Todo lo contrario, era una imagen horrible.
—¿Afuera? Ni que fuéramos niños de colegio.Me da bastante igual lo que pienses ¿Y si mejor me persigues un rato dentro del local mientras brinco en las mesas? Así al que echan fuera es a mí y tú te quedas tranquilo, ¿te parece?
Mira que yo era una persona arrogante, había corregido tanto a alumnos como a profesores cuando se equivocaban, intentando quedar como el listillo de turno que yo era. Pero ese tío se llevaba la palma. Aquello no era arrogancia, aquello rozaba algún tipo de deficiencia mental.
—Ya me he artado de tus putas gilipolleces, niñato
Y ahí fue cuando empezó el desmadre. El hombre le lanzo un puñetazo con todas sus fuerzas al chaval. Le diera o no, allí empezaría una verdadera batalla campal. Al grito de “¡Pelea!¡Pelea!” los hombres y las mujeres que se encontraban allí empezaron a arrojarse cosas unos a otros. Vasos, cubiertos, sillas, barajas de cartas. No había nada que no sirviera. Los golpes también volaban entre la gente.
Yo aproveche el bullicio para intentar escabullirme. No quería pasar mas rato en aquel lugar, y desde luego no quería recibir ningún golpe o que me diera un objeto volador identificado, como un tenedor, que pasó rozándome el brazo. Quería irme a la habitación. Al menos en la mochila de viaje tenia un libro interesante que leer.
—¿Afuera? Ni que fuéramos niños de colegio.Me da bastante igual lo que pienses ¿Y si mejor me persigues un rato dentro del local mientras brinco en las mesas? Así al que echan fuera es a mí y tú te quedas tranquilo, ¿te parece?
Mira que yo era una persona arrogante, había corregido tanto a alumnos como a profesores cuando se equivocaban, intentando quedar como el listillo de turno que yo era. Pero ese tío se llevaba la palma. Aquello no era arrogancia, aquello rozaba algún tipo de deficiencia mental.
—Ya me he artado de tus putas gilipolleces, niñato
Y ahí fue cuando empezó el desmadre. El hombre le lanzo un puñetazo con todas sus fuerzas al chaval. Le diera o no, allí empezaría una verdadera batalla campal. Al grito de “¡Pelea!¡Pelea!” los hombres y las mujeres que se encontraban allí empezaron a arrojarse cosas unos a otros. Vasos, cubiertos, sillas, barajas de cartas. No había nada que no sirviera. Los golpes también volaban entre la gente.
Yo aproveche el bullicio para intentar escabullirme. No quería pasar mas rato en aquel lugar, y desde luego no quería recibir ningún golpe o que me diera un objeto volador identificado, como un tenedor, que pasó rozándome el brazo. Quería irme a la habitación. Al menos en la mochila de viaje tenia un libro interesante que leer.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)