7/02/2018, 19:14
Ralexion le quitó importancia al hecho de que estuviese borracho como un botijo antes del mediodía señalando, en una hábil maniobra dialéctica, la contradicción de que el propio Akame estuviera en ese mismo momento ante un vaso de sake. El del Remolino se rascó la nuca con gesto un tanto avergonzado, pero luego se recordó a sí mismo que él estaba allí precisamente para aprender a beber; no para emborracharse. Nunca había visto a ninguno de los veteranos de Uzu llegar a un estado de ebriedad avanzado a esas horas de la mañana. «O a casi ninguno...»
—Sí, bueno —masculló el Uchiha, tratando de ocultar el hecho de que para él era muy extraño algo que a Ralexion parecía dársele de maravilla—. Yo también me alegro. Espero que no tuvieras problemas para volver a la Hierba.
Entonces recordó algo, y sonrió con interés.
—Te llegaron mis libros, ¿verdad?
—Sí, bueno —masculló el Uchiha, tratando de ocultar el hecho de que para él era muy extraño algo que a Ralexion parecía dársele de maravilla—. Yo también me alegro. Espero que no tuvieras problemas para volver a la Hierba.
Entonces recordó algo, y sonrió con interés.
—Te llegaron mis libros, ¿verdad?