8/02/2018, 17:44
La kunoichi nuevamente sintió el cambio de temperatura al salir del local, solo quedaba la fase final de su misión: Entregar al final la Escarlata a su dueño. Con la hoja protegida de los elementos, la chica avanzó esquivando charcos del suelo asfaltado de Amegakure, pero por alguna razón sentía que no estaban las cosas del todo bien.
Más que nada, cuando al fin llegó al local de Ryū y todo estaba tal cual como Kame, el Chunin y la misma Reika lo habían dejado -¡Ryū-dono! - le intentó llamar alzando un poco la voz, por su rostro, la rubia estaba claramente preocupada -Vieja de mierda....Más te vale que no le hagas daño-
Más que nada, cuando al fin llegó al local de Ryū y todo estaba tal cual como Kame, el Chunin y la misma Reika lo habían dejado -¡Ryū-dono! - le intentó llamar alzando un poco la voz, por su rostro, la rubia estaba claramente preocupada -Vieja de mierda....Más te vale que no le hagas daño-
Hablo - Pienso - Telepatía