18/08/2015, 18:04
La chica podía notar como la atmósfera se espesaba, el resto de clientes se sentían bastante incómodos ante la presencia y posibilidad de que aquel criajo se les acercase en exceso por cualpa de ella. Y aquello, no hizo más que divertirla aún más. El chico se levantó de su asiento, por la cara que traía no con muchas ganas, pero parecía haber aceptado la oferta o más bien la orden de Sayaka y ahroa se acercaba a paso lento hasta ella.
"Vaya pinta tiene... me gustaría tener una marioneta tan divertida como él" pensó marionetista ante tan estridente aspecto
El alvino se detuvo frente a ella y no parecía contento, nada contento al parecer. Cosa que confirmó con la manera de dirigirse a la pelirrubia que no prestó la más mínima atención a sus modos. Ni siquier a sus palabras y haciendo gala de esto le indicó que se sentase
—Sientate, estarás más cómodo y yo podré seguir comiendo mi helado— le ordenó señalando la silla donde yacía la muñeca —Kaori, no seas maleducada y dejale tu silla a Blanquito— la muñeca se levantó como si de un humano se tratase, retiró la silla cuidadosamente y se apartó a un lado, haciendo una pequeña reverencia mientras le indicaba que podía tomar asiento —No seas maleducado, Kaori te esta cediendo su sitio—
"Desde cerca parece un enclenque... pero tiene que haber una razón por la cual molesta tanto su presencia" trataba de dilucidar la joven mientras le escrutaba con su azul mirada "No sé que le ven, pero tan sólo me parece un rarito más..."
El café, poco a poco, se había ido despoblando. Nadie parecía querer estar cerca de aquella escuálida figura... todos excepto Sayaka
"Vaya pinta tiene... me gustaría tener una marioneta tan divertida como él" pensó marionetista ante tan estridente aspecto
El alvino se detuvo frente a ella y no parecía contento, nada contento al parecer. Cosa que confirmó con la manera de dirigirse a la pelirrubia que no prestó la más mínima atención a sus modos. Ni siquier a sus palabras y haciendo gala de esto le indicó que se sentase
—Sientate, estarás más cómodo y yo podré seguir comiendo mi helado— le ordenó señalando la silla donde yacía la muñeca —Kaori, no seas maleducada y dejale tu silla a Blanquito— la muñeca se levantó como si de un humano se tratase, retiró la silla cuidadosamente y se apartó a un lado, haciendo una pequeña reverencia mientras le indicaba que podía tomar asiento —No seas maleducado, Kaori te esta cediendo su sitio—
"Desde cerca parece un enclenque... pero tiene que haber una razón por la cual molesta tanto su presencia" trataba de dilucidar la joven mientras le escrutaba con su azul mirada "No sé que le ven, pero tan sólo me parece un rarito más..."
El café, poco a poco, se había ido despoblando. Nadie parecía querer estar cerca de aquella escuálida figura... todos excepto Sayaka