9/02/2018, 22:50
—¿Ya nos llevamos así?—
— Era una broma, ya ves que no he dicho nada de que seas tuerto. Eso es educación.
El viento empezaba a notarse un poco, igual dar un paso era algo más difícil para mi, sin embargo, Kagetsuna no me contestó de inmediato a si podía seguir así que no estaba seguro de qué pensar. Tras unos segundos de silencio y un par de pasos más, habló.
—Sinceramente, no creo que pueda aguantar mucho tiempo más. Me he fatigado más de lo que esperaba
Me ahorré un suspiro por evitar que me entrase arena en la boca. Algo había que hacer y ahora ya no teníamos a nuestro alcance ni la posibilidad de esas casas a medio derruir que habíamos visto hace un momento. Hice una secuencia de sellos y expulsé una cantidad importante de tierra de mi boca, un instante más tarde, una pared de roca se alzaba dos metros y medio por encima de la arena, pues parte de ésta se había hundido por su peso.
Sin detenerme, repetí el proceso haciendo otro muro que se tocara con un extremo del primero y formase un angulo agudo con él, dándonos cobertura en el arco que formaban ambos muros. Me senté apoyando la espalda en uno de mis muros sin esperar al amenio.
— Hala, arreglado.
Ahora sí, suspiré. Por suerte, como no hacía mucho que había salido el Sol, la arena a
un estaba a una temperatura optima para mi trasero. Igual que para el de Stuffy, quien aprovechó para sacudirse toda la arena que llevaba encima sin considerar salpicar a otros con ella.
— Era una broma, ya ves que no he dicho nada de que seas tuerto. Eso es educación.
El viento empezaba a notarse un poco, igual dar un paso era algo más difícil para mi, sin embargo, Kagetsuna no me contestó de inmediato a si podía seguir así que no estaba seguro de qué pensar. Tras unos segundos de silencio y un par de pasos más, habló.
—Sinceramente, no creo que pueda aguantar mucho tiempo más. Me he fatigado más de lo que esperaba
Me ahorré un suspiro por evitar que me entrase arena en la boca. Algo había que hacer y ahora ya no teníamos a nuestro alcance ni la posibilidad de esas casas a medio derruir que habíamos visto hace un momento. Hice una secuencia de sellos y expulsé una cantidad importante de tierra de mi boca, un instante más tarde, una pared de roca se alzaba dos metros y medio por encima de la arena, pues parte de ésta se había hundido por su peso.
Sin detenerme, repetí el proceso haciendo otro muro que se tocara con un extremo del primero y formase un angulo agudo con él, dándonos cobertura en el arco que formaban ambos muros. Me senté apoyando la espalda en uno de mis muros sin esperar al amenio.
— Hala, arreglado.
Ahora sí, suspiré. Por suerte, como no hacía mucho que había salido el Sol, la arena a
un estaba a una temperatura optima para mi trasero. Igual que para el de Stuffy, quien aprovechó para sacudirse toda la arena que llevaba encima sin considerar salpicar a otros con ella.
—Nabi—