19/08/2015, 00:20
-Espero que sea el bueno o tendremos que deshacer el camino..- Pensé en voz alta en cuanto Juro accedió a mi instinto.
Sin más preámbulos, retomamos el camino, no sin antes recoger ese papel del demonio con forma de mapa y lo guardé en la mochila junto con las demás cosas a medida que abrí un nuevo caramelo. Esta vez se trataba de uno de fresa. con suerte se me pasarían un poco los nervios y me relajaría ¿Cómo diantres pudo cabrearme tanto aquello? Obviamente, seguí con los 5 sentidos puestos en aquel sendero donde cada vez los arboles eran más altos y frondosos, por tanto la luz natural era cada vez más escasa lo cual podía complicar las cosas.
-Lo siento. supongo que perdí los nervios por no saber qué camino era el bueno-
Pero algo despertó la curiosidad de mi acompañante. Se giró de repente hacia los arboles como si hubiese visto u oído algo.
-¿Qué ocurre? ¿Has visto algo?- dije, con la mano diestra apoyada en la wakizashi que reposaba en la parte trasera de mi cintura.
Si el gennin se fijaba, pese a mantener el palo de aquel caramelo entre mis dientes, mi cara era de seriedad, si había algo peligroso ahí no iba a dedicarle una sonrisa amistosa. Lo cierto es que llevábamos ya unas cuantas horas caminando entre toda aquella vegetación y lo que deseaba era llegar a nuestro destino de una puñetera vez... de una pieza.
Sin embargo, por mucho que me fijase, no encontraba nada entre la maleza.
Sin más preámbulos, retomamos el camino, no sin antes recoger ese papel del demonio con forma de mapa y lo guardé en la mochila junto con las demás cosas a medida que abrí un nuevo caramelo. Esta vez se trataba de uno de fresa. con suerte se me pasarían un poco los nervios y me relajaría ¿Cómo diantres pudo cabrearme tanto aquello? Obviamente, seguí con los 5 sentidos puestos en aquel sendero donde cada vez los arboles eran más altos y frondosos, por tanto la luz natural era cada vez más escasa lo cual podía complicar las cosas.
-Lo siento. supongo que perdí los nervios por no saber qué camino era el bueno-
Pero algo despertó la curiosidad de mi acompañante. Se giró de repente hacia los arboles como si hubiese visto u oído algo.
-¿Qué ocurre? ¿Has visto algo?- dije, con la mano diestra apoyada en la wakizashi que reposaba en la parte trasera de mi cintura.
Si el gennin se fijaba, pese a mantener el palo de aquel caramelo entre mis dientes, mi cara era de seriedad, si había algo peligroso ahí no iba a dedicarle una sonrisa amistosa. Lo cierto es que llevábamos ya unas cuantas horas caminando entre toda aquella vegetación y lo que deseaba era llegar a nuestro destino de una puñetera vez... de una pieza.
Sin embargo, por mucho que me fijase, no encontraba nada entre la maleza.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa